Finalizó el Mapoma 2010, podría hablaros directamente de la carrera en sí misma pero me dejaría a un lado sucesos y acontecimientos tan o más importantes para mí. Como me enrollo más que una persiana he decidido hacer dos entradas y contar todo intentando no dejarme nada en el tintero... Tintero, recipiente en que se pone la tinta para escribir.
El sábado víspera de la carrera
Un nuevo Mapoma y el bueno de Pablo que viene a correrlo conmigo. Su llegada a Madrid era poco antes de las siete de la tarde. Pero el sábado es muy largo y el mío empezó con la recogida de dorsales en el Pabellón de La Pipa en la Casa de Campo. Allí había quedado con Saturnino, Ángel y Sonia para retirar nuestros respectivos dorsales.. Llegué y ya estaban esperándome, estaban acompañados por Servando. La recogida de dorsales sin esperas ni amontonamientos, aún así siempre hay algún listo que se cuela... No voy a decir su nombre por respeto a su mujer Esther y a su hijo Angelillo... Ellos no tienen la culpa...
En la bolsa del corredor nos encontramos la primera gran sorpresa de esta edición del Maratón de Madrid, "un compresor". Raro obsequio para un@s intrépidos corredores, claro que lo mismo la organización del Mapoma pensó en los que se"desinflarán" camino del Retiro... ¡¡Qué capullos!! En fin el resto de contenido de la bolsa papel y más papel ¡¡viva el Mapoma más ecológico!!
Después de la mini ácida crítica a Mapoma volvamos a lo realmente interesante.
Una vuelta por la feria del corredor con una compra de calcetines anti-ampollas por mi parte, estoy obsesionado con esas amigas de León que no me dejan ni a sol ni a sombra, nos retiramos cada uno para su lado para volver a reencontrarnos en la comida de la pasta pre-Mapoma...
Comida de la pasta pre-Mapoma
En la Media de León, Saturnino me comentó que podríamos unirnos a una comida de blogueros y runners, ambas cosas al tiempo, algunos de ellos se pasan de vez en cuando por aquí y yo me paseo casi de hurtadillas por sus "mundos", así que me pareció una buena idea para probar algo distinto. No soy muy dado a encuentros tan "mastodónticos" pero por una vez decidí que había que probarlo. De esa forma la tradicional comida del Nunca se fusionaba con otros locos del asfalto.
El encargado de pergeñar todo el tinglado era Pepe, a lo largo de la semana se empezaron a descolgar muchos compañer@s por problemas de agenda, tenía visos de no celebrarse. A las puertas del Calderón en los instantes previos al partido contra el Liverpool, hablé con Saturnino y quedamos en no descolgarnos y seguir adelante con la comida ya aceptada. A la postre se demostró que fue una sabia decisión. Quedamos en Goya, hubo algún malentendido con la hora exacta y de esa forma con Ángel y familia me tomé una cerveza en una terraza, la primera de la temporada, por lo de la terraza, la cerveza no conoce de temporadas. Se había cambiado la hora de las 13:30 a las 14:30, yo que me fío de Saturnino más que de mí mismo ni le pregunté cómo se había solucionado todo. Al llegar al Pizza Jardín de Duque de Sexto ¡¡pammm!! la sorpresa nos habíamos adherido a la comida de Carreras Populares.com y allí estaba el gran Santi Palillo. Fue una gran experiencia y divertida, mi agradecimiento a la gente de Carreras Populares que nos acogió con los brazos abiertos, a nosotros los de León...
Os dejo enlaces a las fotos del evento y algún que otro vídeo, esta gente sabe montar saraos sí señor:
un vídeo de Paco "Garabitas"
Por cierto compartimos mesa con Fabián Roncero, que de paso firmaba un libro que ha sacado, vamos todo un lujo.
Terminamos la comida y para hacer tiempo antes de ir a recoger a Pablo, tomamos un café en otra terraza, vamos que estamos en verano y me pregunto yo ¿dónde coño está la primavera?
Pablo llega a Madrid
Cerca de las siete de la tarde llegaba Pablo a Atocha y yo por los pelos llegué a tiempo de recogerlo, unos minutos más y lo dejo plantado ¡¡soy un desastre!!
Rápidamente nos dirigimos a casa, donde estuvimos comprobando las "bondades" de la bolsa del corredor de este año y hablando, hablando mucho porque los que ya le conocéis sabéis que mi amigo habla mucho, pero mucho...
Sin parar nos tuvimos que ir a la cena de la pasta pre-Mapoma... Sí, este año teníamos hasta cena de la pasta, estamos muy concienciados con lo de los hidratos pre-maratón... Quedamos para cenar con Beatriz y Marcos en un italiano en la calle Barquillo. En la cena se terminó de planear la misión de apoyo al corredor que haría al día siguiente nuestra maravillosa Beatriz, ángel de la guarda de tres de los once mil que salieron a correr el domingo. Pero ésa es la segunda parte de la historia y hoy no toca contarla.
Para enlazar con la segunda parte aquí tenéis la foto pre-carrera del domingo, con la gente del Nunca, falta Gustavo que tenía mucha prisa por correr y a fe mía que corrió deprisa...
Un saludo.