Corrimos en León el domingo, de mi carrera os puedo contar que tenía la intención de acompañar a Laura en al menos el primer tercio de carrera en pos de la hora cuarenta y cinco que yo tenía en mente que ella podía conseguir, solo pude estar a su lado los cuatro primeros kilómetros, la caja de cambios está para lo que está en estos momentos, me dejé caer a la derecha y decidí no sufrir ni mucho, ni poco, nada de nada y así llegue a meta en dos horas un minuto y veinticuatro segundos a un ritmo de 5'46" muy cómodo... Laura entro en meta en una hora cuarenta y siete minutos y cincuenta y siete segundos, a un ritmo de 5'07", quinta de su categoría y la decimonovena mujer en pasar la línea de meta, felicidades campeona.
La participación del Nunca Correrás Solo de este año ha sido espectacular, dieciocho participantes, dieciocho entrados en meta, sexto puesto por equipos en la clasificación de la 2ª Copa Diputación de León. En resumen todo un éxito, sois muy grandes compañeros, enhorabuena. Ahora tendremos que pensar en subir la participación en la quinta edición... Empezaremos a trabajar en ello, sin olvidar citas intermedias, muchas carreras componen esa Copa Diputación y el trece de mayo tenemos una cita marcada en negrita para Leoneses y Madrileños...
Bueno eso os puedo contar de la carrera, es un resumen corto, lo sé, es que hoy creo que debería hablar de otros, no de los que nos vestimos de romanos y salimos a correr, de nosotros ya hablo demasiadas veces y sinceramente no somos tan importantes...
Todos los fines de semana, incluso días de a diario hay eventos deportivos, la gente paga por ir a ver a su equipo de fútbol, de baloncesto, de balonmano, a los de las motos, a los de la fórmula uno... Nos gusta formar parte de esa masa que celebra, grita, protesta y canta durante la celebración de ese evento, repito pagamos por ello, y a los que vemos se ganan muy bien la vida con ello.
Siempre que me preguntan qué me lleva a madrugar un domingo, pasar frío, correr un montón de kilómetros y pagar por ello... La verdad, dudo que mis respuestas sean capaces de llegar a explicarlo, lo mismo no tiene ninguna explicación, al menos lógica, lo hacemos y punto. Pero qué le lleva a algunas personas a madrugar un domingo, pasar frío, ir a animar durante el recorrido de una carrera, a hacer fotos, ir de un punto a otro del recorrido, haciendo unos cuantos kilómetros, deprisa no vaya a ser que hayan pasado ya... A nosotros los corredores no nos parece nada inusual coger el coche desde Madrid e irnos a correr a León, ya que lo hacemos pasamos el fin de semana allí, pero cómo conseguimos arrastrar a madres, esposas, hijos, hermanos para que nos acompañen... Es evidente, esa gente que nos acompaña nos quiere, aceptan de alguna forma que sin una razón lógica nos gusta correr y correr carreras pagando por ello. Nosotros nunca ganaremos dinero con ello, así que nos acompañan sabiendo que todo serán gastos y divididos a partes iguales...
Podría parecer a simple vista que no corren, incluso a mí se me pasa por la cabeza a veces esa idea, en seguida se difumina, porque yo les he visto correr...
Al lado de un paso de peatones una pareja ya madura, con el pan y el periódico dan palmas, y dicen que ya no nos queda nada, vamos por el kilómetro dos, nos sonreímos, un par de comentarios jocosos y sin darnos cuenta la zancada se aviva...
A la izquierda vemos a nuestra hermana y al ángel que nos presta su apoyo en tantas carreras, sonrisas, palmas, zancadas más vivas, este ritual ya por separado lo tendremos un par de veces, la última en la calle de entrada al Estadio...
En esa esquina unos niños con una pancarta "papa eres el mejor", el
compañero que llevo delante bufando desde hace dos kilómetros,
retorcido, de pronto se endereza, amplia la zancada, esboza una sonrisa y
mueve la mano...
Pasamos un famoso centro comercial, ya queda poca carrera, "muy bien Abe, a ese ritmo, llegas perfecto" eso sale de entre un grupo de gente con chándal...
Giro a la derecha y camino de la Plaza de toros, hay mucha gente en los lados de la calle, allí todos te animan y te felicitan, vuelas... De nuevo la hermana y el ángel que nos retrata me dan brío en las últimas zancadas...
Entro en el estadio Hispánico, a la izquierda un compañero del Nunca grita mi nombre, quedan noventa metros...
Ya quedan veinte metros a la derecha en las gradas dos voces infantiles gritan mi nombre, son las princesas que se alegran de verme como si fuera el primero, sonrío y saludo, paso la meta como si no costara ningún esfuerzo correr una media maratón...
Sí, sí que corren todos ellos con nosotros, cada grito de ánimo nos da fuerzas para seguir, así que no tengo más que agradecer a la gente de León que cada año en más número y con más ganas salgan a sus calles a animar a los corredores de "su carrera", gracias. Y en el terreno personal tengo que agradecer a los más cercanos su presencia y apoyo:
- a Ángeles, el ángel que nos retrata en las carreras, siempre tenemos en la mente "estará un poquito más adelante", gracias...
- a Beatriz, la hermana que se patea el recorrido y se deja las manos dando palmas y animando, me consta que no solo a los que conoce, a todos, ella sabe bien lo importante de los ánimos, gracias...
- a Esther y Angelillo, mujer e hijo del gran Ángel, que siempre están ahí con sus ánimos y no dejan de madrugar o viajar para acompañarle a él y al resto, gracias...
- a Raquel y Raquel, mujer e hija de nuestro veloz Gustavo, que se han dejado engañar para un fin de semana que ha sido genial, en gran parte por su presencia, gracias...
- a Tábita y a las princesas Noira y Elba, que me acompañaron en un fin de semana que para mí era muy importante, más importante aún por su presencia, gracias...
En fin en breve llega el Mapoma, el 22 de abril para ser exactos, ese día volverán a ser importantes todos los ánimos que encontremos en la calle, algunos muy personalizados, otros de conocidos que no esperamos y los más de anónimos que nos darán su particular ánimo, a todos por si se me olvida, muchas gracias...
Un saludo.