¿Por qué soy del Atleti?

Sin ninguna duda lo que mejor ha funcionado en el Atlético de Madrid en los últimos años, es el departamento de marketing. Ahí los actuales dueños materiales del Club, que no morales, hacen un buen trabajo. Claro que sería difícil de explicar que no fuera así teniendo como Presidente del Club a uno de los más importantes productores del séptimo arte de nuestro país.
Centrémonos en el meollo de esta entrada, por qué soy del Atleti, hace unos años una de las campañas del Atleti tenía como protagonista del anuncio a un niño que le preguntaba a su padre "¿Papá por qué somos del Atleti?"

De pequeño no me decanté por ser de ningún equipo hasta los ocho años más o menos, mi hermano Alberto ya pedía uniformes del Madrid a los Reyes y yo no lo tenía claro. Era evidente que ser del Madrid en mi casa era bastante más fácil...
A mí nunca se me ha dado bien el camino fácil, por aquella época jugaban en el Atleti unos "greñudos" que sabían lo que era jugar al fútbol, vaya si sabían, Ayala, Gárate, Leal, Leivinha, Pereira, Reina, Rubén Cano, Luis Aragonés... ganaron la liga del año 1976-1977. Perdieron la final de la Copa de Europa la siguiente temporada, en un tristemente famoso partido de desempate. Como siempre el Atleti era, es y será un equipo distinto, fue Campeón de la Copa Intercontinental sin ser el Campeón de Europa, no hay ningún otro caso.
El primer partido que vi en el Vicente Calderón fue en la temporada 82-83, contra la U.D. Las Palmas, 1-0 gol de Chus Landaburu casi desde su casa...
Al campo me llevó Joaquín, el carnicero de toda la vida de mi barrio, yo tenía entonces unos trece años, a ese partido le siguieron muchos otros, al principio era el sobrino del pueblo que venía al Campo y me colaban... luego iba con el carnet de un jubilado del barrio que apenas iba al campo. Eso se término a los dos años de la irrupción en escena de los actuales propietarios, ellos si podían hacer trampas el resto no.
En ese primer partido en el Calderón certifiqué que el fútbol me encanta, que el ambiente de un estadio es increíble pero el ambiente del Calderón entregado a su equipo es mágico, algo difícil de explicar. Desde ese día muchas cosas han cambiado, bueno la verdad es que no muchas, seguimos ganando y perdiendo, quizás mas veces perdamos que ganemos, pero cuando ganamos... cuando ganamos lo hacemos como solo nosotros sabemos.
Lo que ha cambiado es el origén de la hinchada, ahora es fácil ver a Mexicanos, Argentinos, Colombianos, Uruguayos, Británicos, Asiáticos, diseminados por toda la grada, el fútbol y en especial este equipo, nuestro equipo nos une el domingo y nos iguala sin ningún tipo de duda.

Hace dos temporadas que me hice abonado, voy los domingos que toca al campo y comparto los noventa minutos del partido entre gente de lo más diversa que te puedas echar a la cara. Cuando marcamos gol saltamos, nos abrazamos, gritamos... es increíble que gente que seguramente no tenga nada más que una cosa en común se demuestren afecto a raudales por algo como un gol.
Sé que eso pasa en todos los campos, nosotros no somos especiales por eso, no, lo que hace especial al Atleti es como transcurren los partidos.
Llevamos tres partidos seguidos ganando en nuestro estadio, desde una derrota más que humillante en Santander, el partido siguiente el equipo ganaba con solvencia pero sin jugar nada de nada, la afición mostraba su desencuentro con el equipo, fue un partido muy extraño nadie que no conozca al equipo lo puede entender.
El siguiente partido fuera volvieron a ganar, el domingo 10 a la media hora de juego perdíamos 0-2 y estábamos con diez en el campo. El equipo le echó casta y acabaron reventados, la afición no paró de animar ni un solo segundo, entonces se obró la simbiosis perfecta, lo que resume el sentir de estos colores.
El camino fácil no se nos da bien, remontamos y acabamos el partido 3-2, los jugadores estaban destrozados, hacía mucho que no les veíamos correr de esa manera y eso activa y de que manera a los seguidores rojiblancos. Salíamos del estadio coreando los cánticos que ya son oficiales. No habíamos ganado nada, tan solo habíamos jugado un partido, el equipo y la afición unidos como un todo.
Ayer teníamos un partido clave para conseguir el objetivo de entrar en Champions el año que viene, contra nuestro rival más directo en ese afán.
De nuevo el equipo y el público conectaron desde el primer minuto, lucha, entrega por ambas partes y al final una victoria que no asegura nada pero es un paso más para conseguir el objetivo.
El Atleti es muy especial, quedan dos partidos para terminar la temporada, es factible que ocurra cualquier cosa que dé al traste con la consecución del objetivo. Somos del Atleti y sabemos que el camino fácil no se nos da bien.
Soy del Atleti por que un día decidí no seguir lo que parecía más fácil, soy del Atleti por que me gusta conseguir las cosas luchando contra los elementos, soy del Atleti por que no podría ser de ningún otro.
Un saludo.