Los puntos suspensivos del título de la entrada son bastante significativos de la poca fe que tenemos en nosotros en mismos, pero bueno, parece que estamos en el camino de coger de nuevo la rutina de los entrenamientos. El miércoles de la semana pasada decidimos dejar de correr en el carril bici para ir al Juan Carlos I, aprovechando que los días son más largos. En invierno tenemos que utilizar el carril bici entre semana porque la iluminación del parque deja mucho que desear. Estuvimos trotando un ratito, sin llegar a hacer nuestro recorrido completo (unos 8,5 km. más o menos) y la verdad es que se notó lo flojos que estamos. Hay que reconocer que con el calor esto de entrenar se lleva peor, pero que hacerlo en el parque motiva mucho más, nada que ver con la monotonía del carril bici. Así que disfrutaremos de esta circunstancia mientras la luz lo permita.
El viernes salieron Abe y Laura (yo no pude por motivos laborales) y por lo visto casi mueren deshidratados y achicharrados. El domingo por la mañana fue Abe el que sufrió lo suyo (no sabemos si también por el calor o porque le abandonaron "sus chicas" que se quedaron durmiendo plácidamente para recuperarse de la juerga del sábado, si es que no puede ser).
Ayer volvimos a salir, hicimos el recorrido de siempre completo en un tiempo que, si no fue el mejor, tampoco estuvo tan mal teniendo en cuenta nuestras condiciones últimamente. Lo mejor de todo es que mañana volveremos a salir (ni nosotros mismos nos creemos tanta constancia) y además acompañados de Satur, que todavía anda por los madriles. Aunque me imagino que más que ir con él seguiremos de lejos su estela. Ya os lo contaremos.
Besitos.
martes, 24 de junio de 2008
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2 comentarios:
Los puntos suspensivos del título de la entrada son bastante significativos de la poca fe que tenemos en nosotros en mismos, pero bueno, parece que estamos en el camino de coger de nuevo la rutina de los entrenamientos. El miércoles de la semana pasada decidimos dejar de correr en el carril bici para ir al Juan Carlos I, aprovechando que los días son más largos. En invierno tenemos que utilizar el carril bici entre semana porque la iluminación del parque deja mucho que desear. Estuvimos trotando un ratito, sin llegar a hacer nuestro recorrido completo (unos 8,5 km. más o menos) y la verdad es que se notó lo flojos que estamos. Hay que reconocer que con el calor esto de entrenar se lleva peor, pero que hacerlo en el parque motiva mucho más, nada que ver con la monotonía del carril bici. Así que disfrutaremos de esta circunstancia mientras la luz lo permita.
El viernes salieron Abe y Laura (yo no pude por motivos laborales) y por lo visto casi mueren deshidratados y achicharrados. El domingo por la mañana fue Abe el que sufrió lo suyo (no sabemos si también por el calor o porque le abandonaron "sus chicas" que se quedaron durmiendo plácidamente para recuperarse de la juerga del sábado, si es que no puede ser).
Ayer volvimos a salir, hicimos el recorrido de siempre completo en un tiempo que, si no fue el mejor, tampoco estuvo tan mal teniendo en cuenta nuestras condiciones últimamente. Lo mejor de todo es que mañana volveremos a salir (ni nosotros mismos nos creemos tanta constancia) y además acompañados de Satur, que todavía anda por los madriles. Aunque me imagino que más que ir con él seguiremos de lejos su estela. Ya os lo contaremos.
Besitos.
Para no abandonar los entrenamientos hay que convertirlos en rutina, y esa rutina en placer, pasar los pensamientos negativos a positivos (me voy a encontrar mejor física y mentalmente, voy a ver a mis amigos, voy a entrar en el bañador del año pasado ....).
Y mañana efectivamente trotaremos un rato juntos, que la verdad me apetece bastante, pero sin “estela”, que a esa no la hemos invitado.
Un saludo y hasta mañana, o mejor dicho hasta hoy.
Tal y como lo dices parece fácil, pero luego la realidad es que nos puede la pereza. Pero bueno, con tiempo y paciencia seguro que lo conseguimos.
Hasta la tarde. Besos.
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