Más vale tarde que nunca, así que hoy me toca escribir un poco sobre lo que ocurrió el fin de semana pasado, el domingo se corría el maratón de Zaragoza, ese que habíamos elegido mi amigo Saturnino y yo como paso previo a la cita de final de año en Lisboa. Él para intentar acercarse a su mejor marca maratoniana y yo, yo para recordar lo qué es acabar un maratón, en 2012 no me había estrenado todavía.
El viernes ocurrió algo que cambio ligeramente mis expectativas respecto a lo que debería ser ese maratón de Zaragoza, volviendo de clase por la noche tuve un accidente de coche en la M-30, no fue mucho sobre todo para lo que pudo haber sido, físicamente me lleve un fuerte golpe en el costado izquierdo al saltar el airbag lateral. A pesar de dar un trompo, pasarme al carril de al lado y quedarme en dirección contraria, ni uno solo de los demás vehículos que circulaban por allí me rozó siquiera. Luego salir del coche para intentar avisar a los vehículos que circulaban antes de la curva donde quede, llamada al 112, bomberos de la M-30, Policía Municipal, Grúa y Samur, vamos el pack completo. Un viernes muy malo en Madrid, con mucha lluvia esa a la que no estamos acostumbrados, en definitiva mucho trabajo para los cuerpos de emergencias, desde aquí muchas gracias a todos los que me atendieron ese día, vuestro trabajo no tiene precio.
En fin me metía en la cama el viernes más allá de la una y media de la noche, dolorido y con mis dosis de antiinflamatorios y calmantes, esos que el médico del Samur me recomendó entre algo más que sonrisas cuando le comenté que el domingo corría un maratón, terminó diciéndome que el domingo llegara hasta donde llegara y punto, que según pasarán las horas los dolores harían su aparición... Ah por cierto, el coche es el que se ha llevado la peor parte, el martes iré al mecánico a ver que me cuenta. Como dice Tábita que todo sea el coche.
Pero vamos a lo que nos ocupa sobre el maratón, mis deseos y la realidad...
Mis deseos...
Ya tengo una edad, no lo oculto, esa edad me ha enseñado que las más de las veces los deseos y la realidad no son cosas que vayan necesariamente de la mano, es más la realidad nunca se ajusta a los deseos, es como ese traje que cayéndonos bien aún necesita cogerle un poco la sisa o subirle el bajo. Lo tengo asumido más o menos desde que tenía doce años y el deseo (un beso) se quedaba en la maravillosa realidad (tomar de la mano).
No puedo asegurar que mi entrenamiento para Zaragoza haya sido un dechado de todo lo que hay que hacer para afrontar un maratón con garantías, pero siendo realista puedo asegurar que he afrontado más de uno con menos entrenamiento y menos ejemplar. Así las cosas al entrenamiento duro, pero divertido de la Casa de Campo lo rematé en el último mes y medio con otro más amable, pero aburrido en el Pinar de San José. Eso de dar vueltas es un buen entrenamiento para lo primero que falla en carreras de fondo "la cabeza"...
Mis pretensiones eran rondar el tiempo de Castellón 2010, esa MMP de 4h17'52" y del Mapoma 2011 de 4h18'49". Siempre buscando superar mi fase de corredor patata en la que llevo los más o menos diez años de correrías planificadas. Ese corro y no puedo que es mi historia runner... Tenía más o menos silenciados mis deseos para la carrera, eran más un palpito que otra cosa.
La realidad...
El sábado por la mañana llegamos temprano a Zaragoza, al hotel donde ya estaban instalados mis amigos Saturnino y Ángeles. En seguida nos fuimos a por los dorsales, ya les había comunicado mi "accidente" del viernes. Recogida de dorsales sin problemas el 519 y personalizado "ABE", lo de personalizarlos me parece cada vez más una idea colosal de verdad.
Pasamos el sábado de paseo por la ciudad con risas, planeando cosas sobre Lisboa y dejando llevar las cabezas y piernas a próximos retos, como siempre entre amigos las esperas se hacen más amables. No voy a negar que dolerme me dolía, pero aún no eran dolores muy generalizados, hoy sé que más de dos del grupo de cuatro pensaban que el domingo no correría... ¡Qué poca confianza señor!
El domingo en el Parque Grande, o cualquiera de sus otros cientos de nombres, vimos entre otros a Martín Fiz que tiene un "peculiar pique" con Saturnino, esta gente que no puede parar de competir cansan mucho... En esta ocasión Saturnino ha dejado que el "chaval" se quite la espinita de Berlín.
El recorrido y perfil del maratón de Zaragoza es bastante asequible, como casi todos tiene alguna parte más desabrida en lo que respecta al entorno, la animación del público se concentra en lugares concretos, la zona del Pilar, incluso la de la llegada de la zona de la Expo. Los españoles seguimos teniendo un déficit en cuanto a la cultura de hacer propia una prueba como el maratón de nuestra ciudad, esa cultura que nos embriago en Berlín y que difícilmente volveremos a encontrar, los Berlineses animando y haciendo ruido por todo el recorrido es algo memorable y envidiable...
Mi carrera rozó la perfección y casi los deseos y la realidad se enfundaban cual guante, pero ella la terca realidad apareció del kilómetro 29 al 32, me dolía hasta el alma y las pasé canutas, a eso se unió el viento que me dejó helado. Aunque me recobré ya nada volvió a ser lo mismo y viendo muy posible acercarme a los tiempos deseados, terminé en 4h37'16" que estará seguramente en el top cinco de mis mejores tiempos en maratón, es lo que tiene ser "corredor patata" de buenos tiempos no ando sobrado... Ir a cruzar la meta y ver a la derecha a los míos animando sigue siendo algo que no se puede pagar ni con dinero, ni con buenas obras siquiera.
Era especial este maratón antes de correrlo por muchas cosas, poco antes de correrlo por alguna más y después de correrlo por otras distintas. Es mi décimo maratón finalizado, está lejos de los que Saturnino y mi hermano Alberto han terminado, que decir de los que amigos como Ángel de la Mata han corrido... Mis números son más modestos, pero llegar a las dos cifras en maratones finalizados era ya una cosa de amor popio, ya está conseguido ahora toca ir ampliando el número, diciembre en Lisboa, en Marzo con Alberto sin confirmar lugar, en Abril Madrid no podemos faltar...
Eso ya os lo iré contando, otro día, un saludo...
Foto cortesía de Ángeles.
4 comentarios:
Abe, espero que las secuelas de ese accidente hayan cicatrizado bien y sobre tu carrera, tío, eres un monstruo, una más a la saca y las contabilizas casi como diez miles jajajaja.
Un fuerte abrazo y muchas felicidades.
Sabes que eres un gran campeón, como persona y como corredor popular. Los tiempos, eso son cosas nuestras. En Lisboa haremos esa marca, seguro. Y si no en ¿marzo? (secretitos), o en abril en Madrid.
Cuidate.
Abrazos y besos para todos.
Creía que habían dejado de preocupartte las marcas...
Y, después del accidente, que´bueno que pudieras disfrutar del maratón "como si nada". Me alegro.
Un abrazo, campeón.
¡Y enhorabuena por los dos dígitos!
Ebhorabuena por el maratón, y sobre todo me alegro mucho de que el accidente no haya sido más que susto y chapa.
Suerte con Lisboa!
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