Yo sí sé quien soy...

Madrid, 18 de febrero de 2009

Querido Pablo:
Me alegra comprobar que tras quince meses de existencia de este Blog, tu Blog, por fin has decidido intervenir. Me embarga la felicidad (hacienda no, que no tengo nada para que me embargue) y estoy desde el martes completamente noqueado.
Solamente decirte que me abruma que no contento con una entrada, vas y nos deleitas con dos... ¡¡y en el mismo día!!
Tengo muchos defectos, seguramente has puesto al descubierto aquí delante de todos uno de ellos, no suelo conocer a los que conozco... bueno seguramente esto así escrito no tiene mucho sentido... pero tampoco lo tiene el empeñarse en correr maratones para acabar molido.
En una de tus dos misivas hablas de aquellos años en que mi existencia se basaba exclusivamente en "vigilar" el patio para que el resto de "reos" no se salieran del guión marcado por el "alcaide". Años de sedentarismo hacían de mi un ser adocenado...
Pero tu condena, breve si me permites decirlo, en aquel lúgubre penal me dio la oportunidad de salir de esa laxitud de vida en la que estaba inmerso, llegaste tú con ese "inteligente" y "elegante" intento de maratón y en mí se despertó la "patata de corredor" que llevo dentro.
Pero... claro... esa es tú versión... la mía tiene algún matiz...
(Ahora debería oírse el sonido de las añejas cintas VHS al rebobinar)
No voy a negar mi carácter, matón de presidio es algo que no me disgusta.
Que sigo en el "presidio" es un hecho irrefutable, que tú y Beatriz huisteis del mismo un acto que os califica como personas...
Pero que fuera tu "patético" asalto al maratón lo que me embarco en esta afición del demonio... por ahí no paso, no señor por ahí ¡¡NOOOOO!!
Como ya conté en el Génesis de este blog (tu blog), la decisión de correr para preparar el maratón fue casi por casualidad, de hecho, por la combinación de algún compuesto orgánico que contenía el grupo hidroxilo unido a un radical alifático o alguno de sus derivados... para los neófitos fueron ¡¡bufff!! unas cuantas copas.
Eso nos llevo a la exaltación de la amistad, de ahí a los beneficios de la vida sana y deportiva, a que alguien lloro por su fracaso en el maratón (esto no podía evitar contarlo, en el fondo sigo siendo un matón de presidio) y eso unido a la presencia de una etérea camarera (ya sabéis soy un romántico enamoradizo) nos aboco a la "necia" idea de correr un maratón.
Hombre es cierto que el primer corredor "patata" que tengo conciencia de conocer fuiste tú, eso es una realidad.
Una realidad que no cuentas en tu misiva, es que he completado cuatro maratones en mi vida de "corredor patata", tres de ellos inefables "mapomas" y dos de ellos los corrí contigo.
Puedo asegurar que hasta la fecha el culpable del 50% de mis "proezas" maratonianas es mi amigo de Huelva, de hecho, eres el que me hace plantearme siquiera correrlos. Muchas gracias por obligarme.
El domingo ese 50% se convertirá en un 60%, esto va hacía arriba ¡¡ufff!! no sé si lo seguiremos aumentando, lo que sí sé es que lo haremos juntos.
Me voy a la cama, ya sabes tengo cuarenta años, este invierno ha sido muy duro mi celda tiene humedades y mis viejos huesos se resienten, ya son catorce años de condena...
Un saludo.

Abelardo Cuerda Leira.
Aprendiz de corredor patata.