Deberíamos estar pasando en estos momentos por el kilómetro veinte, a estas alturas crees que eres inmortal y que lo que falta es poco menos que pan comido.
Los nervios son prehistoria y de la felicidad empiezas a pasar a la euforia, tus energías están haciendo que la maquina este funcionando como un reloj suizo, la ausencia de problemas es una bendición y que los tiempos de paso vayan cubriendo tus expectativas ayuda al estado de enaltecimiento de tus condiciones físicas.
Todo un clásico.
La temperatura ya está a los niveles que a mí me gustan. En breve pasaremos por la media maratón, el ecuador de la prueba.
Cada vez queda menos.
Un saludo.
domingo, 22 de febrero de 2009
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1 comentario:
No se si también vais viendo esto, pero ¡mucho ánimo!
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