lunes, 18 de octubre de 2010

La carrera evolutiva

No, no esperéis que os explique el título de la entrada en las primeras líneas, es más, no esperéis una explicación a mitad de la misma y perder toda esperanza de encontrar siquiera la más mínima explicación al final de estas líneas. En la mayor parte de las ocasiones nos empeñamos en sustantivar las cosas, olvidándonos de verbalizarlas lo suficiente, pero de ello os hablará alguien más preparado que yo, ni pronto ni tarde, justo a su debido tiempo...
Un año más vuelvo a correr en La Bañeza, es una de esas tradiciones que me ha deparado esto del correr. Hay algunas tradiciones que las llevamos a cabo o las vivimos por obligación, en mi caso la tradicional Media de la Vía de la Plata es todo un placer del cual no puedo prescindir, es ya cuestión de vicio...
Quién es capaz de prescindir de un fin de semana entre amigos, que te tratan a cuerpo de rey, que te alojan en su casa y la hacen tuya, así es fácil caer en el vicio y querer repetir y repetir y repetir... Una vez más Ángeles y Saturnino me cobijan, dando el más amplio sentido posible a las dos primeras acepciones que del verbo cobijar nos ofrece la RAE. Muchas gracias amigos.
Para no faltar al esquema habitual os voy a contar los orígenes de todo, el transcurrir de la historia, el desarrollo de los acontecimientos y lo que puede deparar el futuro... No, no tengáis cuidado, no me refiero a los orígenes del mundo, solo hablaré del fin de semana...

Los preparativos
Para correr una Media Maratón los preparativos son muy importantes, hay que tener cuidado con el descanso, los alimentos y la bebida que se consuman en los días previos. Yo así lo creo y por eso mismo no cambio ni un ápice mis costumbres... El viernes trasnocho un poco, he quedado con "M", la idea es ver una función de cabaret, pero la falta de espectadores nos deja con las ganas, eso de quedarse con las ganas es algo a lo que no me acabo de acostumbrar y eso que mi entrenamiento en esa especialidad viene de lejos. De todos modos no nos dejamos amilanar por ese pequeño contratiempo y nos divertimos como no podía ser de otra manera.
Así las cosas, tengo la sensación que repito esta muletilla con demasiada asiduidad, lo mismo son figuraciones mías, así las cosas el camino hacia León tuvo momentos complicados. El más relevante fue sin duda una parada técnica en un área de descanso ya en la Autovía de la Plata. Detrás de mí llegaba otro coche con una familia y con lo grande que era eso no se les ocurre otra cosa que aparcar al lado de mi coche... El espectáculo de un personaje dando carreritas, saltos y berreando alrededor de un coche les hizo desistir de su empeño de descansar en aquella área y salieron pitando de allí...
Llegué a León al mediodía y sin perderme, yo solito. Me encontré con Miguel Ángel y su mujer que iban a la compra, Saturnino y Ángeles salían en ese momento a por el pan y la prensa, así que me uní a ellos e hicimos los mandados. Un paseíto por León, unas cañas que no todo es andar y andar, comida familiar por supuesto con pasta, un poco de sobremesa y a dar una vuelta para bajar la comida y estirar las piernas.
El paseo por León, con visitas a la Catedral y a la Colegiata de San Isidoro, coincidiendo con una convención de porsches y finalmente una parada en un bar con una pantalla con más metros que una vivienda de VPO y dando al Atleti... Fue sin buscarlo la verdad sea dicha, victoria por dos a cero y nos ponen el himno a todo trapo, no imaginábamos que ese momento pudiera mejorar, ¡cuán inocentes podemos llegar a ser! Sin casi dilación empieza a sonar el himno de la Legión, yo salí de allí pidiendo que empezara la Media, para qué perder más tiempo... Se nos une Mauri, y hacemos un par de paradas antes de despedirnos hasta el día siguiente que hay que madrugar.

La carrera
De León a La Bañeza me acompaña en el coche Sonia, vamos hablando de todos los temas pendientes del Nunca, de las sensaciones, de los entrenamientos, de las alegrías y los padecimientos inherentes a esta afición nuestra. Vamos a la línea de salida para despedirnos de Sandra y su familia que van a afrontar la prueba de andarines. Allí mismo en la salida nos encontramos con Jan y Raquel, por cierto me empeño en llamarle Yan y todo tiene un motivo, tengo un primo sueco que se llama así y me sale sin darme cuenta. Unos cafés, una invitación a cambiarnos en la casa de una paisana en vez de en la calle con el frío que hacía y nos juntamos en la zona de salida con el resto de compañeros del Nunca. A estas alturas el E+D no ha llegado a conseguir de mí ni una mínima parte de lo que yo pretendo, así que mi objetivo para esta carrera era ir a un ritmo tranquilo y acabar sin problemas añadidos.
En biología existe un término llamado mutualismo, más o menos su definición es que dos organismos interaccionan en algo que podríamos llamar canje o trueque, al final ambos obtendrán una ventaja o un beneficio de su interacción, si son de una misma especie se trata de cooperación. Yo que nunca me atrevería a afirmar que los Irreductibles Leoneses son de la misma especie que un servidor, me decanto por el mutualismo, además me gusta cómo suena la palabra, cooperación para mi gusto está demasiado manido.
Dos organismos nos encontramos a cola de pelotón, cada uno con sus necesidades y sus posibilidades de dar ventajas al que se les uniera en la carrera, Sonia y un servidor sin planearlo corrieron juntos. Yo conseguí acabar sin problemas, mejorando en dos minutos el tiempo del año anterior y ella, ella ha contado la carrera de maravilla así que seguiremos con el mutualismo:

Lo importante
Una vez terminada la carrera, por cierto si queréis ver fotos en el blog de Saturnino y en el de Sonia las podéis ver, nos fuimos a duchar al Polideportivo más contentos que unas Pascuas y con la sensación de haber tenido una buena mañana, el colofón en Fuentes de Ropel en el restaurante de un Rodríguez más, que hay muchos diseminados por esa tierra. En esa comida como siempre salieron a relucir nuevos proyectos, como el de conquistar Europa el año que viene, quizás con alguna puerta histórica como testigo del paso de los del Nunca. También un reto el 6x3 ó 3x3, dependiendo del interfecto. Dar un impulso nuevo al Nunca y a sus gentes... En fin más y más cosas que tenemos que hacer ¿tendremos tiempo? Eso lo veremos y leeremos en esta bitácora.
Un saludo.

Notas del autor:
"M" no tiene por qué corresponder con la inicial de mi acompañante del viernes, en realidad llevo tiempo sin saber cómo incluir esta canción de Los Piratas y me ha parecido una buena forma, o no.


He robado a Ángeles la foto que pongo al pie de esta entrada, me encantan las sonrisas generalizadas, y eso sin haber empezado a comer...


viernes, 15 de octubre de 2010

El nombre del viento

"Me han llamado de muchas otras maneras, por supuesto. La mayoría eran nombres burdos, aunque muy pocos eran inmerecidos.
He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Quizás hayas oído hablar de mí."

Patrick Rothfuss
ISBN: 978-84-672-3760-3

martes, 12 de octubre de 2010

3ª Carrera Popular de Tetuán

El domingo corrimos la Carrera Popular de Tetuán, en su tercera edición organizada por la gente de Ad Marathon, me acabo de dar cuenta que he corrido las tres ediciones de esta carrera y eso que en la primera iba con más reparos que buenas vibraciones, en esa primera edición corrí con Beatriz, y en la segunda edición me acompañaron mis compañeros del Nunca, para más datos los de la Sección Salvaje del Zoco y el Churri. Para la tercera edición he repetido con el Churri y saludé de lejos a Juan Carlos que si no me equivoco es la segunda vez que le veo en esta carrera. Así las cosas correr aquí es como hacerlo en casa, ya conoces de sobra el recorrido y dónde te encontrarás esas rampas que tanto me gustaban y hoy no me sientan nada bien.
El Churri dejó su coche cerca de mi casa y nos fuimos en metro al lugar de la salida, como casi siempre vino con unas horas de menos de sueño y unas horas de más de bailes, ¡Ana sé buena y no lo machaques antes de las carreras! Después de un sábado lluvioso de Otoño, lo normal sería esperar las mismas para el Domingo, yo que tengo enchufe sabía perfectamente que no iba a caer ni gota, ni gota, así que porfié con Carlos que ya pensaba correr con paraguas...
Con los tiempos un poco ajustados recogimos el dorsal y el chip, dejamos los bártulos en el ropero y nos fuimos al final del pelotón. Para mí que es la edición con menos gente, me sorprendió un poco que tuvieran inscripciones de última hora justo antes de correr, en fin cada vez hay más carreras y ésta empezó siendo gratuita y hoy ya cuesta 10 euros, lo mismo tiene algo que ver...
El pesado del Churri se empeña en ir conmigo desde el principio, ya recuperaré mi ritmo y me tendrá que ver de lejos, los primeros tres kilómetros van demasiado rápidos, a cinco minutos el kilómetro y decidimos frenar un poco, justo antes de empezar la primera cuesta... Somos así de chulos, no nos frena la cuesta frenamos nosotros porqué sí...
Con un día perfecto para correr pasamos por detrás de los gigantes que dominan el skyline Madrileño y observamos que las nubes son atravesadas por ellos o ellas los rodean, seguramente dependiendo a quién le preguntemos será una u otra cosa, yo por mi parte creo que los pinchos son ellos y los morunos ellas...
Cuando vamos a llegar a Plaza Castilla y vemos el trasto dorado en el que trabajó mi buen amigo Ángel, veo que Carlos va entero y algo sobrado a nuestro ritmo, le azuzo para que tire millas e intente bajar de 55 minutos, se queda en 55'02" y yo entro algo después en 55'59". En teoría me tocaba rodar 65 minutos pero en esta ocasión me quedo un poco lejos en los deberes del fin de semana, en otra ocasión me pasaré de tiempo, seguro.
Ahondando un poco más en lo relativo al precio de la carrera asociado a la menor participación, en la primera edición llegaron a meta 700 corredores, en la del año pasado 1.289 corredores y en esta tercera edición han llegado 457. Yo creo que los organizadores de carreras deben empezar a pensar que nos importa bien poco lo de las camisetas técnicas y las bolsas de corredor a reventar, las carreras gustan por el recorrido y por el buen trato que se dispense a los corredores. Es una lástima que esta carrera pueda morir ahogada por su propio éxito, un 35% menos de llegados a meta en solo un año debería ser una buena base sobre la que discernir en qué se está equivocado...
Bueno el próximo fin de semana me toca volver a tierras Leonesas, nos veremos con el núcleo duro del Nunca en la Media Maratón de La Bañeza, allí correremos, comeremos y debatiremos sobre el presente y el futuro, y seguro que algún nuevo reto caerá en la comida familiar.
Un saludo.

lunes, 4 de octubre de 2010

1ª Gambia Race

Ayer corrí en la Casa de Campo la primera edición de la Gambia Race, un diez mil en la Casa de Campo es una gozada a la que pocas veces se puede decir que no, si encima la carrera tiene un fin solidario y además está envuelto un amigo de una amiga... ¡Blanco y en botella! Tenía que estar allí. Pero la carrera para mí empezó un par de días antes...

La Pre-Carrera
Antes de nada comentaros que sigo con aquello que llamé "el entrenamiento definitivo" y del que os daré buena cuenta en breve, la que empezamos ahora va a ser la tercera semana de entrenamiento. Empezar un entrenamiento después de casi un año sabático cuesta un poco, pero estamos en ello, cansados pero ahí seguimos. Este apunte es para dejar claro que llegué al viernes cascado pero contento, pensando que el viernes y el sábado serían suficientes para reponerme para el domingo. El entrenador nos mandó correr el domingo una hora, así que tenía pensado calentar unos minutos antes por los alrededores de Lago y engancharme a la salida...
¡Qué bonito sería que los planes salieran bien! En la madrugada del viernes al sábado desalojé todo mi sistema digestivo, en contra de mi voluntad, con lo que me gusta el arroz al curry ¡qué mala suerte! Amanecí el sábado con fiebre y con los reflejos de las dos semanas de entrenamiento en las piernas... Perfecto para afrontar la carrera del día siguiente, pero yo soy muy cabezota, demasiado...
Así que a mediodía me levanté, me duché y me fui a por el dorsal, a la vuelta a la cama que teníamos que descansar para el día siguiente...

Mi carrera
Con un sandwich de jamón en el cuerpo y un cortado, pero ya sin fiebre me planté en Lago, en esta ocasión sin nadie que me acompañara. Allí vi a Miguel con el que intercambié impresiones y le pregunté por Sara, que está convaleciente ¡un beso guapa!
Por supuesto que lo de trotar antes estaba ya más que desechado, la nueva idea era correr en una hora y a casa a dormir más. Con el juguetito roto tengo serios problemas para saber el ritmo al que corro, así que me dejé llevar por las sensaciones. Me coloqué al final del pelotón, me encanta ir desde ahí no lo puedo negar. La sensación de ir cogiendo el ritmo de la respiración, adaptarlo a la zancada e ir pasando compañeros es algo que me encanta, al final tu cuerpo va colocándote en tu posición real dentro del pelotón. Ahora viendo la clasificación compruebo que en el paso intermedio del kilómetro seis iba a cinco minutos el kilómetro, en fin después de ese punto intermedio el paso de un vehículo del Samur con la sirena colocada me recordó a lo que venía así que bajé el ritmo.
Hay veces que el mundo es un pañuelo, muy pequeño, con esto del correr se demuestra en cada carrera. Creo que sobre el kilómetro ocho me pongo a la par de un compañero y más o menos salió una conversación tal que:
"coño qué haces tú aquí" "pues anda que tú"
No exagero al decir que no veía a José Ángel desde el siglo pasado, algunos de los que me leéis también llevaréis el mismo tiempo sin verle... Éramos compañeros en los Scouts y el tiempo nos separó, ahora parece que "la zapatilla" nos puede volver a reunir, no lo dudo. Hablamos un poco y parece que mi ritmo es algo mejor nos emplazamos en vernos en la meta. Llego al kilómetro nueve y el crono marca cuarenta y nueve minutos, estoy seco literalmente así que decido completar el último kilómetro andando, así llegaré en una hora.
José Ángel me alcanza, el último kilómetro es cuesta abajo así que entre sus ánimos y el de otro anónimo compañero decido intentarlo, pero de donde no hay no roban y nos seguimos emplazando en la meta. Al final cincuenta y nueve minutos y treinta y dos segundos, y en la meta nos volvemos a encontrar, con sus hijos Lucía y Pablo (espero haber recordado bien sus nombres) y con su mujer y un amigo con el que ha venido a correr, con dos nombre sí puedo intentarlo, dos más imposible lo siento... En definitivas cuentas intercambiamos números de móvil y ya nos veremos en próximas carreras. Yo por mi parte me fui a la cama de nuevo que aún seguía siendo "el sitio de mi recreo..."

La carrera
Tal y como le dije a Miguel, la carrera de mil trescientas inscripciones tenía una organización de carrera de diez mil y encima funcionaba. Además con un objetivo solidario de por medio, así da gusto pagar por correr. Incluso algo que me repatea, como es ir al centro comercial por excelencia a por el dorsal se disculpa. Solo hubo un problema a la hora de la salida y la verdad no sé cuál sería el motivo, es lo que tiene estar el último no te enteras de nada... El problema fue un retraso de unos veinticinco minutos, que a decir verdad en otra carrera me habría cabreado y mucho, bueno claro que también hay que reconocer que ayer no estaba con muchas energías y ni para cabreos andaba. Los voluntari@s muy simpáticos y atentos, y todo lo demás funcionó a la perfección. Espero que tengamos la oportunidad de ver que la carrera se afiance en el calendario madrileño y disfrutarla en más ocasiones.
Un saludo.