jueves, 20 de octubre de 2011

Cosas...

Sé que os tengo que contar cómo me fue en la Media Maratón de La Bañeza, un clásico de nuestro particular calendario de carreras. Pero antes voy a escribir sobre tres cosas que me parecen más importantes, lo primero va a ser afear una conducta, lo segundo hacerme una pregunta y lo tercero una denuncia por robo y estafa...


Los machitos
El domingo después de la carrera nuestra amiga y compañera Sonia intentó ducharse en el Polideportivo de La Bañeza. Las duchas del Polideportivo están a disposición de los corredores tras la carrera. Ella ya ha contado en su blog lo que le ocurrió, en resumen el vestuario femenino estaba siendo usado por hombres y lejos de vaciarlo para que ella pudiera ducharse, fue el centro de "chanzas" de machitos...
Que la organización o los responsables del Polideportivo no se ocupen ni preocupen del buen uso de las instalaciones y que éstas puedan ser usadas por todo el mundo es muy grave, incluso denunciable. Pero lo realmente preocupante es esa actitud de "machito" que el anonimato de la masa favorece. Esa conducta demuestra que estamos a años luz de eliminar de nuestra sociedad comportamientos machistas que solo favorecen la discriminación y la violencia de género. Mucho me temo que entre esos "machitos" lo mismo hay más de un padre, seguramente tendrán alguna hija, ¿qué les parecería si a su hija la tratasen así? En fin qué podemos esperar de los ciudadanos cuando por ejemplo sin ir más lejos en las retransmisiones de fútbol de la tele pública Madrileña tenemos a Hugo Sánchez haciendo comentarios de machito...
Espero que la organización de la Media, intachable para otros menesteres tome conciencia de este problema y lo subsane para la próxima edición o aunque no se note mucho, dejará de contar con mi presencia en las siguientes.


Los organizadores de carreras y el calendario
En el mes de Diciembre en Madrid coinciden este año tres de las carreras preferidas por los Madrileños, coinciden hasta en la misma fecha de celebración y no me refiero a ninguna San Silvestre. A los organizadores de carreras no se les ha ocurrido nada mejor que hacer coincidir en el día 18 de diciembre la carrera de Aranjuez, la de Cercedilla y la de Paracuellos... ¿No había más fechas libres? Pues sí las había, de momento el día 11 de diciembre no tiene ninguna anunciada, el fin de semana anterior hay carreras menores... Entre los precios, el carnet plus de corredor popular y esta locura de calendarios se van a cargar el atletismo popular, tiempo al tiempo.
Mi pregunta, ¿no sería posible consensuar entre todos los organizadores el calendario anual?


A los Madrileños nos han robado y estafado, de nuevo...
Yo como miles de vecinos de Chamberí en mi infancia y adolescencia, disfruté del Estadio Municipal de Atletismo de Vallehermoso, en esa instalación aprendí a nadar y corrí por primera vez en una pista de atletismo. Eran parte de las actividades que en los meses de verano nos ofrecía la concejalía de Chamberí. Ni sé, ni me importa el color de aquel o aquella política de turno, el caso es que podíamos disfrutar de esas actividades y en nuestro Polideportivo.
Con la excusa de una de las candidaturas a ciudad Olímpica de esta mi querida y maltratada ciudad, la instalación del Vallehermoso fue demolida hace ya unos cuantos años, con la promesa de construir unas instalaciones más modernas y cuyo destino sería dar cobertura a las ansiadas Olimpiadas. 
El Alcalde de Madrid, cuyo cerril empeño nos ha llevado a una nueva aventura como ciudad candidata a unas Olimpiadas, nos abandona este año por un presumible puesto de ministro del reino. Ya no debe ser importante conseguir la Olimpiada, por lo tanto tampoco es necesario dotar al barrio de Chamberí de una instalación municipal deportiva y que pudiera dar cobertura a las futuras Olimpiadas... A cambio de eso, el señor Alcalde le ha dado a una empresa privada nuestro terreno dotacional y ya se anuncia cómo los "abonados" podrán disfrutar de unas instalaciones maravillosas, eso sí deportivas pero privadas...
La verdad que no engañan, nunca han negado que lo público no les gusta, es contradictorio ser "servidor público" y estar contra lo público, así que debo entender que los Madrileños quieren eso, que les cierren las instalaciones municipales deportivas y se las cambien por gimnasios privados... Pues nada sarna con gusto... Pero a lo que a mí se refiere, este Alcalde es un ladrón y un estafador como no hemos tenido otro igual, me alegra saber que se va, ni la futurible Alcaldesa puede ser peor.
En un correo que me han mandado hoy venía una frase buenísima:
"Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco."
Debería llegar el día en que la segunda frase cambie...


Bueno en breve os contaré lo de La Bañeza, ahora mismo estoy tan indignado que no tengo cuerpo para hacerlo, lo mismo esta tarde, o mañana, o pasado...
Un saludo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

15O DRY United for a Global Change

Entre carreras y entrenamientos, entre parques y patos, es necesario buscar un tiempo para otras cosas también muy importantes, tan importantes como el presente y el futuro de nuestra sociedad. ¿Cómo queremos que sea el mundo en el que vivimos?
Yo me hago muchas veces esa pregunta, en muchas ocasiones tendido en la cama, con el insomnio como interlocutor, al final siempre me es más sencillo decirme cómo quiero que no sea, solo basta mirar un poco a mi alrededor para encontrar cosas que no quiero en mi mundo, no quiero familias desahuciadas y condenadas a seguir pagando al banco o caja la hipoteca. No quiero que ese banco o caja al que todos hemos rescatado con nuestro dinero siga condenando a familias. No quiero que la justicia, mi justicia, siga actuando contra parados que no pueden pagar hipotecas y no actúe contra los consejeros y directivos de bancos y cajas que han quebrado por su mala e incluso delictiva gestión.

No quiero que en mi mundo los errores (horrores) de los gestores públicos queden impunes, esos errores que nos llevan a tener más de cincuenta aeropuertos frente a los dieciocho que tiene Alemania, por ejemplo. El despilfarro sistemático de nuestros gestores, alcaldes, presidentes de comunidades, ministros y presidentes de gobierno, no puede quedar impune, ahora ellos desde sus cómodos asientos nos piden sacrificios al resto. En los últimos tres años hemos sido gobernados por el FMI, el Banco Central Europeo, Merkel, Sarkozy, las agencias de Rating... Y a ninguno de ellos les habíamos elegido para gobernarnos... Yo no quiero un mundo que este gobernado por los mercados, no, no lo quiero. Un pequeño apunte sobre los tres últimos años de des-gobierno, en las dos únicas cosas que se han puesto de acuerdo los grandes partidos y han votado como uno solo, son la Ley Sinde, a todos los efectos meter la tijera y cercenar la imparcialidad de la Red y en el cambio de la Constitución, sí esa Constitución que no se podía cambiar sin consenso de todas las fuerzas políticas... En ambos casos detrás de esos acuerdos, intereses económicos extranjeros, curiosos estos dos grandes partidos "nacionales" que tenemos...

Si miro un poco más allá de mi entorno cercano veo otras cosas que no quiero para mi mundo, esta misma semana le han pedido a Grecia que elimine el salario mínimo como condición para seguir recibiendo "el supuesto rescate". ¿Hasta dónde vamos a llegar? Antes de esa noticia oí a alguien decir que la solución para Grecia era volver a los tiempos de la esclavitud, no estaba muy desencaminado. Algún incauto pensará que lo que le estamos haciendo a Grecia no tiene ni porque pasarnos a nosotros ni nada que ver con nosotros, estaríamos ciegos si pensáramos así. Es más, yo no quiero un mundo in-solidario que mire para otro lado ante las injusticias que se cometen en nombre de los mercados. He repetido varias veces "los mercados", pero ¿quiénes son los mercados? Es increíble que "entes" que no fabrican nada, que no producen nada, sean los mismos que exigen al resto de mortales productividad, sean los que condenen al Cuerno de África a morir de hambre, los que obliguen a los países europeos supuestamente democráticos a cambiar sus constituciones... Solo haciendo previsiones y apostando por ellas, es fácil acertar cuando tú decides lo que va a pasar...


Definitivamente yo no quiero ese mundo, yo quiero un mundo en el que sí exista la iniciativa privada y las oportunidades de ganar dinero, que sí existan bancos privados, que las Bolsas sigan existiendo, sí lo quiero, pero quiero que no sean ellos los que pongan sus normas y sus límites, está demostrado cuanto más tienen más quieren, y es una simple cuestión de números y matemáticas el resto somos más, pongamos unas nuevas líneas para que la coexistencia de los mercados y los seres humanos sea posible y plácida. Ellos no pueden mandar en todos nosotros.


Por eso apoyo la movilización del 15 de Octubre en todo el mundo, por un cambio global, en el que las personas cuenten más que los mercados, por una democracia real para todos, participativa y no excluyente. Es necesario cambiar el mundo, yo, tú, él, nosotros tenemos que decidir cómo vamos a ayudar a cambiarlo, cada uno en su medida y su manera ha de decidir, ahora no es el momento de indignarse, ya es el momento de actuar...
Un saludo.



En Mayo varias personas de la Acampada de Badajoz, entonando un tema del Musical "Los Miserables", basada en la novela de Victor Hugo, no dejéis de verlo pone los pelos de punta...

miércoles, 5 de octubre de 2011

Berlín (3)

Prólogo
Ya sé que más de uno y de dos están esperando ávidos el desenlace de lo que realmente me llevó a Berlín, os voy a satisfacer en esta entrega...
Dejar tiempo de por medio para relatar una carrera de las dimensiones del Maratón te da oportunidad de mirar desde muchos ángulos el resultado de la carrera. No os voy a engañar, me gusta correr, pero también me gusta hacer números, el tiempo me permite hacerlos. Con el de Berlín llevo corridos nueve maratones, bastante lejos de los quince que atesora mi buen amigo Saturnino, recalco lo de atesorar, es un tesoro muy preciado terminar un maratón, si ya terminas varios no hay duda, tu tesoro empieza a ser descomunal. 
Haciendo números me he dado cuenta que este noveno es la tercera mejor marca que tengo, si al pasar la línea de meta alguien me hubiera preguntado por mis sensaciones le hubiera contestado algo así: "debe ser el peor maratón que he corrido, pero corriéndolo he sido más feliz que en ningún otro". Es la falta de perspectiva que te da el hablar a bote pronto. Otro dato que saco al hacer los números es que las tres mejores marcas las he conseguido en los últimos nueve meses. Tres maratones en nueve meses, corrí el primero en 2003 el mismo año que empecé a correr, pasaron dos años y dos batacazos antes del segundo en 2005. En 2006 y 2008 los siguientes, en 2009 corrí dos, de diciembre de 2010 hasta Berlín los tres últimos.
Pero si me quedará solo contando números estaría robando el alma al Maratón y eso es una insensatez que no estoy dispuesto a cometer. Así que para terminar de contar números, llegué a meta en:
4 horas 44 minutos y 38 segundos


El Maratón
La noche del sábado dormí como un bendito, si le preguntáis a Gustavo os dirá que "dormía como un perro", que más o menos significa que roncaba a pierna suelta y nada me inmutaba... Tampoco tuve ningún problema a la hora de ir al baño, sí suena a escatológico porque lo es. No hice ningún experimento con el desayuno, Beatriz, esta vez no hubo té... Ya he vivido en otras ocasiones el desayuno previo con los compañeros que vamos a correr, alguno me ha tocado con Pablo, no deja de hablar, incluso con mi hermano Alberto, no deja de bostezar, esta vez estoy con la Compañía de Berlín, hablan y callan a partes iguales. Pero como nota común siempre existen silencios, no son para nada incómodos, más bien son necesarios, inevitables
El sábado pensé en llevar alguna moneda para el metro, por si las moscas, les comenté a mis amigos que no me esperarán, sabía de sobra que mis palabras caían en saco roto. En el desayuno les volví a comentar algo en ese sentido: "si a las dos y media no he aparecido veniros al apartamento...". En los ojos de Saturnino veo un "ya, ya sé de quien hablas pero no ha venido..." en los de Gustavo veo un "tengo que llevar algún detallito más a casa...". Por toda respuesta me llevo un "por nosotros no te agobies", ¡caray! que estoy para los leones y no, no me refiero a los Lannister... Finalmente solo me llevo la dirección del apartamento en un papel, lo del metro está completamente descartado ¡cómo para entenderse con esos planos que tienen!
El camino hasta la línea de salida lo hacemos a paso ligero, ese mismo recorrido el sábado se nos hizo un poco lento y largo, los nervios o la emoción nos están llevando. Vamos viendo gente calentando y dirigiéndose a nuestro mismo destino. Antes de entrar en la zona de los corredores nos despedimos de Ángeles, nos dice por dónde nos intentará ver. Entramos los tres entre la marea de corredores, llegamos a la altura de mi cajón y me despido de mis compañeros, "se avanza más, despacio que parado" me dice Saturnino...
Es en ese momento, cuando me quedo solo, solo rodeado de miles de corredores, cuando se me tensan los músculos de la cara, entro en mi cajón y el ambiente es increíble, desde la megafonía el locutor presenta a los "vips" que corren hoy, la gente aplaude a rabiar sus nombres, nombra a Haile y ya es el delirio, recuerdo en ese momento que "ya corrí con él en Amsterdam" me ganó, nada otra pasadita que me va a dar...
Primera cuenta atrás, la locura, la gente a mi alrededor aplaude, aún nos falta para que nosotros empecemos a correr, quince minutos y una segunda cuenta atrás después pasaremos por la línea de salida, la tensión de la cara ha desaparecido, un hormigueo en el estómago le toma el relevo. Empezamos a correr por Berlín...
Hasta el kilómetro cinco voy mirando el crono, hasta que me digo que no volveré a ir más rápido que en ese tramo, se acabó mirarlo más. Mantengo mi propósito hasta el kilómetro veintiocho, ha sido muy fácil hacerlo. Voy al ritmo que marcan mis piernas no hay más, pero el verdadero motivo es que no ha habido ni un kilómetro en el que no hubiera alguien en la calle animando, bandas de jazz, de rock, vecinos que sacan a sus terrazas equipos de música, gente con matracas, tambores, gente practicando la capoira, cheerleaders, niños, mayores, jóvenes, acompañantes de corredores, todo esto y más hasta el kilómetro cuarenta y dos, los Berlineses nos dan a los corredores su lado ruidoso y festivo, mis piernas están faltas de ritmo pero me lo ponen ellos. Nunca antes en una carrera he visto nada parecido, mucho menos en un maratón...
En ese kilómetro veintiocho miro el crono y hago números, aunque tuviera que andar los catorce restantes llego antes del cierre de control. Parada técnica, hay baños a los lados de la calle para los corredores, estamos en uno de los mejores maratones del mundo, se nota. A partir de ese momento los avituallamientos me sirven para beber, comer y andar un poco así relajo las piernas. Mención aparte las manzanas que nos dan, no me habían sabido tan bien jamás, bueno a Gustavo también le debieron parecer buenas, volvió con dos kilos en la maleta...
Para los diez últimos tomo un gel que nos da la organización, pero sin prisas, a un lado de la acera mis dos vasos de agua, el gel y con tranquilidad, lo tengo en el bote y salvo cansancio no tengo nada más, eso sí, el ritmo es cada vez más lento, ya la cabeza no responde bien y no paro de mirar el crono y hacer números. Los últimos cuatro kilómetros me sobran, alargo los avituallamientos, pero al pasar por el cuarenta y uno, unos gritos de ánimo me arrancan de nuevo. Un giro y se empieza a divisar la Puerta de Brandeburgo, ¡¡ohhhhhhh!! es impresionante, ya tengo un nudo en la garganta, paso por debajo y veo los arcos de llegada al fondo, ahora sí que sí está en el bote. En cuanto me dan la medalla me la cuelgo al cuello, "¡¡uuuffff!! me has costado más de la cuenta preciosa". Con las prisas por ver a mis amigos, me cojo la cerveza y se me olvida quitarme el chip. Llego a la calle de la reunión y allí en la "S" y con sus medallas y Ángeles están los dos, ahora hemos terminado el noveno.


Epílogo
A todos los que corréis no tengo que contaros que hay gente que a veces te suelta eso de "pero diez kilómetros es poco lo puede hacer cualquiera ¿no?", yo al principio me irritaba bastante con esas solemnes tonterías, correr diez kilómetros no está al alcance de cualquiera, es más correr menos tampoco. Los hay más osados que te dicen que ellos en una hora andando se hacen los diez kilómetros, en fin con esos ya no merece la pena ni hablar. Para correr por poca que sea la distancia o el tiempo invertido, es necesario entrenar, que te guste y sacrificio, aunque solo sea un poco. Pero más necesario aún es querer...
Menos, pero alguno te encuentras en este mundo que te dice "yo no corro un Maratón porque no quiero", hoy sé que quien me dijo eso tenía razón no lo corre porque nunca ha querido...
Para correr un Maratón hay que querer y mucho, no basta con quererse a uno mismo, hay que querer a otros y mucho, hay que querer al Maratón y mucho. Querer puede implicar sacrificio, a veces es mínimo, otras es máximo, la mayoría de las veces es decisión propia, cuando es impuesto, el sacrificio ya no es lo mismo. Corriendo por las calles de Berlín iba recordando a todos los que quiero, iba queriendo a todos los que me rodeaban, los que corrían conmigo, los que nos animaban desde la acera, quería en largas distancias y en cortas. Recordaba a los que me quieren, en la distancia y en la cercanía, me sentía inmensamente querido. Puede que penséis que el cuerpo en movimiento en pleno Maratón emana sudor, os equivocaréis si pensáis que es solo eso, sudor... 
Quizás fue la magia que envuelve el Maratón de Berlín en si mismo, puede, quizás sea la magia que envuelve al Maratón allá donde se celebre, puede, quizás sea la magia que envuelve a mi vida últimamente, puede, quizás simplemente esté enamorado y el esfuerzo del Maratón amplifica los sentimientos, puede, pero corriendo el Maratón de Berlín fui más feliz que en ningún otro.


Agradecimientos
Para llegar a esa meta tras pasar la Puerta de Brandeburgo, he precisado la ayuda de muchos y es justo reconocérselo, quizás alguno no sea muy consciente de su labor en este Maratón, da igual yo sí lo soy y os lo agradezco:
A Ángeles, que estaba allí en el kilómetro ocho esperando el paso de los tres, la vi a lo lejos y me dio un subidón tremendo, muchas gracias.
A Gustavo, que tiene una humildad enorme para hacer marcas enormes sus tres horas y poco sin estridencias lo atestiguan, muchas gracias.
A Saturnino, mi amigo me escribió unas semanas antes del Maratón "fuerza de voluntad", lo he tenido muy presente todo el tiempo, muchas gracias.
A los tres, deciros que habéis sido una gran compañía para este viaje y espero que lo volváis a ser para el próximo, quizás en un año..., muchas gracias.
A un corredor anónimo, quizás Italiano, me arriesgo, quizás de Roma, por saludarme en pleno esfuerzo, muchas gracias.
A Paco Fuentes y Rosa, dos corredores gallegos que también me saludaron ya cuando nos quedaba menos para terminar, me dio vida encontraros, muchas gracias.
A una pareja de animadores anónimos, Españoles, que me decían eso de "Vamos Abelardo que ya no te queda nada", que bien suena el Español en esos momentos, muchas gracias.
A los Berlineses y la organización de su Maratón, por llevarnos en volandas, por no tener coches esperando en las calles a que las abrieran al tráfico, muchas gracias.
A Haile Gebrselasssie, su abandono en Berlín me permite decir con orgullo que tenemos el marcador en uno a uno, con el mejor corredor de todos los tiempos ahí es nada, muchas gracias.
A Mónica, los dos últimos entrenamientos de jueves en la CdC me dieron fuerza, tus palabras de ánimo y refuerzo me dieron la moral suficiente, corriste conmigo en Berlín, muchas gracias.
A Beatriz, que en casi todos los Maratones que he corrido fuera de Madrid y he conseguido terminar ha estado presente, el resto de ocasiones no terminé, te tuve presente en Berlín, corriste conmigo, muchas gracias.
A Eduardo, Commedia, que en vísperas de Castellón nos vimos y me diste alas, en vísperas de Berlín lo volviste a hacer, ahora ve y corre con el cuento, corriste Berlín conmigo, muchas gracias. 
A Pablo, el mister, al grupo de entrenamiento del Atletismo Paracuellos, José Ignacio, Laura, Gabi, a todos, por volverme a poner en la senda de los entrenamientos, muchas gracias.
A los chicos y chicas del Nunca, Sonia, Ángel, a todos, por no dejar de ofrecerme retos y nuevas aventuras, así las piernas no descansan y la cabeza tampoco, muchas gracias.
A Tábita, la razón de mi amor, entrando despacio en mi espacio, a Noira y a Elba, sus princesas, por darme tanto cariño y amor en tan poco tiempo, corrí por vosotras en Berlín, muchas gracias.
Muchas gracias, os quiero a todos.

domingo, 2 de octubre de 2011

Berlín (2)



Bien podría hablaros ya mismo del Maratón de Berlín, pero hay cosas que es mejor dejar para el final así que seguiremos divagando en otras direcciones. Lo primero es lo primero, el concurso ha sido ganado por Alfonso y en tiempo récord. El comité de premios y agasajos se pone en marcha para preparar el que te has ganado.
Después de las peripecias de las tarjetas de embarque, de un desayuno caro en la terminal de Frankfurt que incluía unos cafés solos que entrarían en un dedal, afrontábamos el último vuelo camino del Aeropuerto de Tegel. Ya os comenté antes que nos tuvimos que sentar cada uno en un sitio, en el avión venía un equipo de hockey patines de Berlín, en mi fila de asientos tenía a mi derecha un jugador del citado equipo y a mi izquierda sentaron a una mujer mayor. Y digo sentaron porque a la mujer la trajeron entre dos miembros de la tripulación. La buena mujer debía tener alguna enfermedad que hacía que sus miembros temblaran sin parar. Ella alemana, yo español, ella quería zumo de naranja, yo no, así que con la barrera de la lengua hablada, pero con el inmejorable idioma de los mimos, conseguimos entendernos y yo la ayudé en lo que parecía toda una proeza dada sus circunstancias. Era el primer contacto con la lengua germana y no creo que en menos tiempo haya oído tantas veces "danke" y cosas similares. Mientras tenía lugar la escena, que debía ser para verla, nuestro compañero de asiento el fornido alemán ni se inmutaba viendo o leyendo revistas de cotilleo alemanas, sí ellos también las tienen...


Berlín, la ciudad
Debo de confesar que he vuelto encantado de Berlín, el concepto de gran ciudad en la que vivimos con nuestras moles de ladrillo unidas por ríos de asfalto se choca de bruces con la capital alemana. Hay que reconocer que parten con alguna que otra ventaja, la vegetación crece con poca ayuda entre los adoquines que forman algunas calles, en las zonas verdes no fui capaz de encontrarme con aspersores. 

Se diferencia bastante bien lo que es la zona del centro con las zonas residenciales, estas no se caracterizan por ser colmenas en altura, de media cuatro o cinco alturas, separadas por calles amplias, peatonales algunas, otras para aparcamiento de los vecinos, pero todas con la vegetación luchando por salir. 

Una de las cosas que nos llamó más la atención es la ausencia de persianas, bueno y en la mayor parte de los casos incluso de cortinas o estores, yo pienso que el sol debe ser una bendición para ellos y no quieren que cuando salga nada le interrumpa el paso para entrar en casa. Apoyando esa teoría, de querencia de los rayos de sol, nos encontramos con los puestos de comida en plena calle, invitando a pillar la comida y comerla paseando, o los bares y restaurantes con terrazas en las que se disponen filas de tumbonas mirando al sol...

El transporte, ese es otro tema digno de elogio. El Berlinés circula en bicicleta por su ciudad. Los más malévolos podríamos decir que es normal "cualquiera entiende ese follón de metro que tienen montado" o incluso que es por el elevado precio del billete, no os preocupéis el Consorcio Madrileño nos está acercando a su nivel a pasos agigantados. Imagino que todas las cosas tendrán su importancia en la apuesta por la bici de los ciudadanos y gestores de la capital. Los de la bici critica estarían aquí muy felices. Pero tienen una diferencia con los que aquí en Madrid deciden usar la bici, respetan los semáforos como el resto de vehículos y los que son específicamente para ellos también. 
Durante el fin de semana nos asombró la poca circulación de coches, luego el lunes se notaba que había más tráfico pero no era para nada el nivel de Madrid. Como dato podríamos usar que el trayecto desde Tegel a nuestro apartamento en Mitte el sábado y el de vuelta el martes, tuvieron la misma duración y precio, en horarios muy similares. Intentad que eso ocurra en Madrid...
El metro es un follón impresionante de "U" y "S", al menos para los que venimos del Metro Madrileño que tiene esa organización de líneas tan sencilla. Por lo demás las máquinas de venta de billetes vienen en varios idiomas, el nuestro incluido, son fáciles de usar. Se me olvidaba comentarlo no existen tornos u otros métodos de control de paso. Se debe dar por supuesto que el viajero tiene buena fe y sacará y validará su billete para su trayecto, parece que les funciona, imaginaros aquí con ese sistema... Saturnino decía con buen criterio que había que saber que le pasaba al que pillaran sin billete.

El Berlinés es un personaje amable y educado, como norma general. Con costumbres que aquí llamarían la atención como respetar los semáforos si vas en bici o la de beber en plena calle e incluso en el interior del metro, aquí nos lo tenemos prohibido. Gustavo y yo mismo probamos esa sensación de llevar el botellín en la mano e ir bebiéndolo por la calle... ¡Uuuy! casi se me pasa, allí los 33cl no existen. Tampoco te avasallan con el coche si se acaba el tiempo del semáforo verde, no existen pasos de peatones pintados en las calles. El lunes al mediodía con un tiempo soleado veías las zonas verdes llenas de gente tomando el sol. 
Hay sola una cosa que me ha sorprendido negativamente, la limpieza de las calles, yo iba con la idea de que "ellos" eran "limpios", pero son también humanos y las colillas están en el suelo, los papeles, los cascos de botellas... Eso sí no vi ni una cagada de perro...
En fin, creo que muchas de las cosas que os acabo de resumir son las que ayudan a que Berlín tenga uno de los mejores maratones del mundo. Eso os lo contaré en la próxima entrega y no, no os preocupéis os llegará antes del 2012.


Terminando la segunda entrega
Para terminar esta segunda entrega he pensado en rescatar un vídeo que ya puse en su día en el blog, viene bastante a cuento, hemos estado ya en Berlín y REM ha anunciado su disolución, desde 1980 con nosotros dándonos buena música y temas impagables, el 15N sacarán un gran recopilatorio, os lo aviso a los incondicionales.
La tercera entrega no se demorará tanto no tengáis cuidado, sed buenos un saludo.