martes, 24 de febrero de 2009

Y lo que realmente pasó...

Ayer publicaba en el Blog lo que podría haber sido la crónica de los acontecimientos del XXV Maratón de Sevilla, esa crónica tenía bastante de expectativas y algo más de la experiencia de cuatro maratones completados anteriormente.
Como le dije ayer a Pablo en el kilómetro seis "el maratón es algo tan peculiar que no se puede prever en el kilómetro seis el final del mismo", imaginaos entonces la osadía que supone hacerlo unos días antes.
En el maratón lo único que se puede planificar es lo anterior, el plan de entrenamiento y como dijo no hace mucho Beatriz, " Los conceptos Abe y estricto plan de entrenamiento son totalmente incompatibles ". Es cierto lo admito.
El día perfecto para correr, sol, no mucho calor y una brisa agradable en las horas más cercanas al mediodía, como bien sabía yo gracias a mi meteorólogo de cabecera, yo no he dudado de ti, en cambio, otras sí y no pienso acusar que eso es muy feo.
Las fotos antes de correr, la compañía, el apoyo de nuestro público, todo tal cual lo esperado y más.
La organización de la carrera ejemplar, llevo una racha que no puedo criticar la organización de las carreras y eso que a mi criticar se me da de fábula.
Para mí al margen del papel que el Ayuntamiento y su patrocinio tengan en el buen hacer de la carrera, el secreto reside en sus voluntarios. No me paré a contarlos pero os aseguro que eran más que corredores pero en un número abrumador.
Muchas gracias por darnos una carrera tan maravillosa.
Sevilla sin lluvia y frío como aquel 2005, es simplemente un lugar perfecto para correr un maratón, la animación de las calles y el gracejo de sus habitantes te hacen sonreír y agradecerlo a cada paso y eso es muy bueno corriendo.
La carrera, el paso del primer kilómetro se nos fue al colocarnos en la cola literalmente de la carrera, allí estábamos los tres con nuestras ilusiones dispuestos a comernos los 42,195.
Saturnino nos dejó después de pasar el primer kilómetro, no estaba muy seguro de poder bajar de las cuatro horas, pero lo hizo enhorabuena.
Pablo y yo desde ese momento marcamos un ritmo constante de unos seis minutos por kilómetro, en el ocho una pequeña pájara de Pablo nos metió algún minuto más de retraso al programa previsto. En el seis ya hablaba de no llegar a los cuatro quince soñados.
La previsión de Pablo era que sobre el kilómetro 15 ó 16 viéramos a Amelia, Guillermo y Beatriz, no contaba con el tráfico de Sevilla, que por cierto estaba cortado por unos desgraciados que en calzones corrían por ahí.
Tenemos que agradecer que un ciclista prestó a Pablo su móvil un gesto tan humano y desprendido que me parece digno de destacar.
Desde que no vimos a la familia Pablo solo pensaba en negativo y le daba vueltas al mismo tema. Pasamos la media en dos horas nueve que se iba bastante de las previsiones. Vimos a Manolo y a su mujer, a quienes Pablo pidió localizarán a nuestra gente, lo hicieron.
Hasta el kilómetro 26 no vimos a todos, entonces Pablo resucitó y ya era otro, es lo que tiene ser un marido enamorado y un padre abnegado. Apunte para el que no lo sepa, Amelia está embarazada de seis meses, Guillermo tiene poco más de dos años y para más inri Beatriz era su única ayuda... yo también andaba preocupado pero tenía que ser fuerte por los dos.
Y llegamos a la Avenida de las Palmeras, pasado el Benito Villamarín, mi cabeza salió a pasear, una larguísima recta me daba la puntilla. Ahora Pablo tenía que darme ánimos, yo odiaba el mundo, la maratón y Sevilla.
En el kilómetro 31 el globo de 4 horas 30 minutos nos alcanza, mis piernas son un poema, la cabeza está mejor pero los músculos empiezan a fastidiarme. Le digo a Pablo que tiré millas, que yo voy a reventar y no sé por donde.
Asiente y se va a regañadientes con el globo, yo le veo muy entero físicamente.
Les sigo a unos doscientos metros hasta pasado el 32 y mis gemelos me avisan "estamos aquí", bajo el ritmo y en un abrir y cerrar de ojos el globo y Pablo se esfuman.
Recuperé algo de ánimo, en un puesto sanitario un fisio me trabajo el cuádriceps derecho y el gemelo izquierdo que estaban cargados. Conseguí un ritmo poco vivo pero constante, hasta que poco antes del kilómetro 36 se me empezaron a subir los gemelos, alternativamente el derecho y el izquierdo subían al compás de mi zancada.
Ahí supe que el maratón se me podía ir de las manos, pero el crono decía que si conseguía hacer esos últimos seis kilómetros en unos cuarenta minutos me acercaría a los cuatro treinta. Lo intenté pero de donde no hay no roban, ande la mayor parte del tiempo y "corrí" muy poco, aún así baje en tres minutos cuarenta y cinco segundos mi anterior marca, estoy contento.
Pablo llego en cuatro horas veintisiete minutos, pedazo marca para su "estricto plan de entrenamiento", Saturnino en tres horas cincuenta y ocho minutos, felicidades a los dos.
Yo conocí en mis seis kilómetros de penuria a Pedro Rizo Pérez, del Puerto de Santamaría, con setenta y cuatro años ha corrido y completado las 25 ediciones del maratón de Sevilla, todo un ejemplo. Me decía que él iba calculando para terminar dentro de las cinco horas. Me contaba como con cincuenta y cuatro años termino el maratón de 1989 en 3:15:00, la cena de homenaje que les harán esta semana a los doce que como él se han ventilado las 25 ediciones.
Y que este año era su último maratón, que se iba a dedicar solo a las medias y las populares... pensaba mientras caminábamos hacia el Estadio Olímpico por el Parque del Alamillo que me encontraba ante la historia viva de este nuestro deporte.
Ha sido un gran maratón, conocer a una persona como Pedro un privilegio, estar hoy escribiendo esta crónica y por primera vez después de correr un maratón no tener agujetas ni dolores. Poder subir y bajar escaleras sin acordarme de mis tonterías, es un aliciente más para los siguientes intentos.
Tengo claro mis errores, pienso ponerles remedio para la próxima ocasión y por supuesto os lo contaré a todos.
Un saludo.

10 comentarios:

Mauri dijo...

Pedro Rizo es un crack ¡si señor! y tú otro crack escribiendo la sucesión de pequeñas historias que se dan lugar en un maratón. Como me pasa siempre que no voy a una carrera, he sentido envidia, aunque me imagino los últimos kms maldiciendome por haberme metido en semejante empresa.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ando yo medio en crisis con esto (no con el correr, sino con el llamado "atletismo popular") y entradas como la tuya me recuerdan por qué me gusta tanto esto. Enhorabuena, campeones. Has tenido que hacer algo bien para poder decir hoy que no te duele nada.

Sonia dijo...

Enhorabuena por la maratón, por la crónica y por la crónica imaginada, una gran experiencia como todas, menuda envidia para los que no hemos ido, jsjsjs.
Un saludo!!

Beatriz dijo...

La verdad es que siendo testigo directo de un evento tan especial como un maratón, una se pregunta si algún día será capaz de ni siquiera planteárselo. En fin, reflexionaremos sobre ello.
Enhorabuena de nuevo. Ha sido un placer compartir con vosotros esta experiencia.
Besitos.

Porteña en Madrid dijo...

ja, si, claro...no te duele nada....

Pablo*NSN dijo...

Me quedé un poco perplejo al ver tu crónica publicada el mismo dmingo hasta que me di cuenta de que era un relato de anticipación; la crónica verdadera es mucho más jugosa! Ayer me estuve entreteniendo viendo fotos de la salida y llegada, así que ya había visto ese peaso foto que te tomaron a la salida :-) Coincido contigo en muchas cosas de las que cuentas, incluida la perfecta organización y unas cuantas de las sensaciones físicas; en todo caso, enhorabuena por haber sabido sufrir con, y disfrutar de, un maratón más :-)

Saturnino dijo...

Enhorabuena amigo.

rlfox dijo...

Un abrazo.
El jueves casi asegurado tienes la maraton de 3x3.
Falta visto bueno jefe supremo de mi organizacion.

Pd. Espiritu de lucha, valor constante, victoria a las puertas.

Abe dijo...

Mauri, lo de Pedro Rizo es de nota, la verdad pienso en mi con 74 tacos y me cuesta pensar que siga corriendo... el año que puedas correla merece la pena ;D
Ana, no lo podemos negar esto engancha y por lo general los "enganchados" son gente alucinante, no sé que habré hecho bien pero estoy encantado es una sensación nueva el sentirse bien después del maratón ;D
Sonia, envidia la que me da a mi el saber que correrás en "El Paso" ¡¡qué chula eres!! ;P
Beatriz un día lo correrás estoy seguro, para eso ya sabes entrenar y entrenar y entrenar, no como yo ¿vale?
Mariana, ya sé que es increíble pero no me duele nada, lo normal después de algo así para mi es estar una semana sin moverme, ayer hice 11 kilómetros y estoy aún mejor... estoy como un roble ¡¡ja ja ja ja!!
Pablo, sabía que iba a chocar la "pre-crónica", lo que me gustaría hacer alguna vez es una crónica sobre la marcha, esa sería genial e imagino que técnicamente entra dentro de lo posible, hay que investigar ;D
Saturnino ¿qué tal esas jornadas? a ti si que hay que darte la enhorabuena estás como un tiro pese a los "gorrillas" ;D
Fox, no veas lo que necesito el 3x3 mi casa ha entrado en colapso total, creo que me va ayudar el 3x3. Me gustaría gastar mas de la "constancia"... aún soy joven ¡¡¡¡ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja!!!!
Saludos a todos.

rlfox dijo...

Creaia que tenia otro nombre.
Bueno es aprender.

Publicar un comentario

Los Blogs no son poca cosa sin tus comentarios...