miércoles, 8 de octubre de 2008

IX Ruta del Jamón Ibérico.

El pasado domingo se celebró la prueba que da nombre a la entrada.
Pero para hablar del tema, no me puedo centrar solo en la carrera, hay más cosas que merecen ser contadas.
Como ya creo haber contado en alguna ocasión, mi amigo Pablo, Amelia y Guillermo viven en Huelva. Pablo es el "culpable" de que yo le dedique tiempo y esfuerzo a esto de correr.
El viernes emprendí camino a Huelva, siguiendo las indicaciones de Pablo me fui por la A-5 carretera de Extremadura. Dirección Mérida y por la autovía Ruta de la Plata hasta Sevilla. Desde allí la circunvalación y para Huelva que me voy.
Reconoceré que entre el poco tráfico, las ganas de llegar y lo poquito que pesa mi coche, a pesar de llevarme dentro me planté en Huelva en poco más de seis horas.
Pablo me recogió cerca del Estadio Iberoamericano de Atletismo, allí nos dirigimos para solventar un pequeño problema con las inscripciones. Nos atendió un personaje, que le demostró poco "aprecio". Las inscripciones se hicieron dos semanas antes y en ningún momento aparecimos en el listado de inscritos. Pablo vía mail y fax, trato de ponerse en contacto con la organización de la prueba, pero recibió la callada por respuesta. Pero de lo que no hay duda es de que recibieron todas sus "quejas" y eso no le gusto a nuestro amigo el "conejo", pero todo parecía arreglado según el.
Desde allí a su casa, muy cerca del Estadio Colombino y del centro de la ciudad. Nos esperaban Amelia y Guillermo, que sigue tan simpático como cuando vino a Madrid por el Mapoma.
Soy un tío muy afortunado, mis amigos suelen dispensarme una acogida y un recibimiento muy por encima de mis méritos. La familia Hermoso no escatimo ni un poquito para hacerme sentir como en mi casa. Muchas gracias amigos.
El fin de semana se me paso volando, nos metimos entre pecho y espalda una pieza de presa de infarto, dí de desayunar a Guillermo (que padres más insensatos), tuvimos comida familiar, hasta cinco niños pululaban por allí, comimos el mejor choco de Huelva, fuí al mercado del Carmen en sus últimos días de funcionamiento... en fin completo del todo.
El domingo debutaba en su faceta de runner, Carlos un hermano de Pablo, como muchos sabéis la "primera vez" es algo muy especial. No importa la edad que tengas, los nervios te invaden.
La carrera tiene una distancia de 23 kilómetros, la altimetría es la que te puedes encontrar en plena sierra, transcurre por carretera en su mayor parte, aunque se atraviesan algunas poblaciones.
Con origen en Aracena y final en Jabugo, destacaría el pueblo de Galaroza, es el último pueblo que se cruza antes de llegar a Jabugo, me encanto con su continuo tobogán y a pesar de que el firme no era el más apropiado para correr. Mucha gente dando ánimos y unas sombras que se agradecían.
El tramo final de carretera de tercer orden, hasta Jabugo de algo más de tres kilómetros, una auténtica pasada, una eterna cuesta y un paraje precioso.
En cuanto a la carrera, nos propusimos ir los tres a 6 minutos el kilómetro, conscientes de la dificultad del recorrido. La salida de Aracena, es dura, con rampas muy empinadas. Enseguida formamos grupito delante de la ambulancia y con un motorista de la guardia civil de escolta. Al grupeto se unió Salvador, y asi las cosas salvo en el primer kilómetro que la media salió a más de 7 minutos, empezamos a correr en el entorno de los 6 y poco. En el punto kilómetrico 4, el que suscribe traiciono a sus compañeros y les fué abandonando poco a poco.
La verdad, solo apreté un poquito el ritmo para buscar soledad por una necesidad fisiológica y al final me descolgué de mis compañeros. Ya en harina de otro costal, me dediqué a marcar ritmos de 5 minutos durante bastantes kilómetros, para probarme. Pero ante la dureza del final del recorrido guardé fuerzas y me reservé en plan flojo.
Pablo y Carlos, entraron en meta unos tres minutos despues y sin ser nada flojos en el tramo final. Carlos, cuando sea mayor quiero ser como tú, que par de huevos.
La semana anterior corrí la supuesta "Carrera perfecta", deberían aprender de carreras como esta, antes de ponerse un nombre tan pretencioso. Muchos voluntarios en el recorrido, animando y dirigiendo, un dispositivo de la Guardia Civil de lujo, la llegada con música, cerveza, una bolsa del corredor sin "papeles" solo con manduca, y sorteos de lotes de Ibéricos y menus degustación, con premios para casi todos los participantes. Y todo por 6 euros.
Por cierto, Carlos no solo terminó su primera carrera (y de 23 km) incluso fue agraciado con un lote de Ibéricos que compartió con el resto, incluso con el "Judas", que se llevó un salchichón que quita el hipo.
El lunes para rematar la faena, acompañé a Pablo a llevar a Guillermo al Colegio, que duro es dejar a los niños, luego desayuné con el matrimonio y de nuevo para Madrid, fin del oasis de tranquilidad.
Un saludo.

2 comentarios:

Beatriz dijo...

¡¡Como siento haberme perdido el evento!! Aunque ni de coña hubiera podido participar en la carrera me hubiera encantado animaros con Guillermo y Amelia y haber compartido con ellos el finde.
La próxima vez será.
Besitos.

Abe dijo...

El próximo año esto te lo haces con la gorra, y además es en sentido inverso, Jabugo - Aracena.
Un saludo.

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