Algunas veces la izquierda no es una buena opción...

Con lo qué está cayendo más de uno y de dos pensará que voy a hablar de política o de economía, nada más lejos de la realidad o no depende cómo se mire. Voy a hablar del entrenamiento de ayer en Getafe con mi hermano...

Habíamos quedado para entrenar, nada de esos 30 ó 40 kilómetros con los que el "Makina del Sur" me amenazaba esta misma semana en el blog. Ya se lo había dicho, "no te imaginas lo mal que estoy", mi hermano que siempre se distingue por no hacer mucho caso a lo que digo o no creerme directamente, se lo tomó como una más de mis tonterías. A las 18:30 llegaba a su casa y le pillaba en plena siesta, es una de las principales virtudes del "Makina del Sur", dormir siestas interminables. Le di tiempo a terminar algunas labores domésticas apartadas por la siesta y salimos con un sol de justicia cayéndonos encima.

¿Qué quieres hacer?

Con esa pregunta empiezan siempre los entrenamientos de los hermanos Cuerda, por supuesto él es el que pregunta y yo el que contesto. En ocasiones, pocas, me siento bien y le digo que me adapto a lo que tuviera pensado correr. Ayer mi contestación: "algo suave que me invite a seguir corriendo", con esa contestación él ya empezó a darse cuenta que no eran tonterías mías, estoy muy mal... Empezamos camino a las 19:00, por la calle Madrid en sentido inverso a la dirección que lleva por esa calle la Media de Getafe, sorteando a la gente que paseaba y a las terrazas que aprovechan el buen tiempo.

Vamos hablando a un ritmo de calentamiento, que es por otra parte el ritmo que hoy por hoy me puedo permitir. No miro el Garmin, sé que mi hermano lo hace por los dos y que con el rabillo del ojo va viendo cómo voy. Me cuenta que este itinerario es el que hacían él y Juan Pe cuando empezaron hace años a correr, todos los días sin dejar pasar ni uno. El recorrido nos lleva a un puente para cruzar la carretera de Toledo y mi hermano me hace la pregunta del día...

Después de cruzar el puente, ¿derecha o izquierda?

Matiza el por qué de la pregunta, por la derecha nos faltaría para terminar más o menos lo que llevamos, por la izquierda haremos un par de kilómetros más, no te dejes llevar por el corazón, piensa con la cabeza...

Unos doscientos metros para que "piense" la cabeza y no "decida" el corazón, eso sería muy fácil si la cabeza funcionara mejor que el corazón, en mi caso me sale mejor actuar llevado por el corazón que por la cabeza. Siempre que me decido a pensar y racionalizar las cosas me sale el tiro por la culata, le doy tantas vueltas a todo... Así que en esos doscientos metros lo último que "racionalicé" fue que mi hermano me la quería jugar y el camino corto era el de la izquierda o en todo caso el de la derecha era más corto pero más jodido... ¿Cómo se puede decidir bien con esas cosas dando vueltas en la cabeza? Al salir del puente le digo todo decidido la izquierda...

Evidentemente en esa segunda parte del entrenamiento lo pasé francamente mal, pero que muy mal. Tanto es así que la conversación ya solo tuvo un "interlocutor", el menda tenía bastante con seguir moviendo las piernas. En la quinta última rampa que mi hermano me anunciaba que nos quedaba, llegué a pensar qué cómo era posible que los organizadores de la Media de Getafe hayan dado con un recorrido tan llano... La respuesta es evidente, no le han pedido ayuda a mi hermano para el circuito... Conté tres últimas rampas más... La octava es la que me dejó hundido del todo... Entonces es cuando tuvimos esta conversación:

-¿Pero qué has hecho desde la última vez? (MkS)

-Básicamente nada... (Abe)

-¿Cuánto estás fumando mamón? (MkS)

-Intento tener pensamientos positivos y me los cortas... (Abe)

-Para que te des cuenta, algunas veces la izquierda no es una buena opción...

Un par de veces le dije que me iba a parar y un par de veces apeló a "lemas" del tipo "el dolor es momentáneo, el honor eterno", sigo que solo me falta que me haga gritarle "Señor, sí Señor", sigo por eso y porque no reconozco por dónde andamos... Pero de repente nos encontramos en terreno conocido la Estación de Getafe Centro y de ahí no paso, quedan unos quinientos metros para acabar hasta la puerta de su casa pero yo ya no puedo más. Doce kilómetros seiscientos setenta metros de sufrimiento y calor, "¿No te dije que quería que ésto me invitará a seguir corriendo?" "Pero, ¿y ahora correremos no?" A una media de 6'19" y no siento las piernas...

Menos mal que la recuperación a base de bebida isotónica es otra de las virtudes del "Makina del Sur", ese tipo de recuperación es el que a mí me viene de perlas. Ahora solo me quedan dudas ¿me invitará el entrenamiento del sábado a seguir corriendo?, ¿dejaré de nuevo de fumar?, ¿ganará España el Mundial de Fútbol?

La respuesta a todas ellas espero que en breve en este mismo espacio.

Un saludo.