domingo, 12 de octubre de 2008

Tronken

No, no me gusta acercarme a los escaparates  y menos fisgar.

Sin embargo tengo escaparates en mi tienda, a través de ellos veo a la gente pasear, mirarme, mirar las cosas que expongo, la mirada perdida de quien mira sin ver,  su mirada emocionada por ver lo que buscaban, pasar y preguntar, mirada cómplice, algunos compran, otros no. Después vuelven, otros no.

Frustración en puntos de una misma línea.

De camino a la tienda, conocí a Tronken.

Si, mirando un escaparate en la c/ Jose Maria Fernández Lenseros, un bonito mercedes segunda mano, azul, enorme, enormemente caro. Enormemente imposible.

Vi como se caía derrumbándose poco a poco, lentamente, intente cogerlo, demasiado tarde, estaba ya en el suelo, le empezó a rodear la maraña, de repente se levanto e intento hablarme, algo así como tronko sígueme.

Me reí, retrocedí varios pasos hacia atrás entre el personal, di la vuelta cuando ya lo iba abandonando, dejándolo atrás, mi maldita curiosidad por saber, me impulso a regresar.

Todo se hallaba en paz.

Regrese y encontré a un tipo colgado, una mente que se encontraba mas allá de esta realidad.

Note en este punto que el tiempo carecía de vigor. Todo estaba paralizado menos su ayudante, el y yo.

-Tronko, te haces preguntas, demasiadas, por lo tanto quedan sin responder –espeto con voz rotunda-

-Eres un capullo –dije-

-Maestro, no le hagas caso, este tipo no te interesa. No le unas al grupo. Aquel que te predijo nos guiaría por segunda vez hacia la victoria…no puede ser el…está equivocado.

Tronken: La victoria solo está en ti y eso si necesitas ganar alguna batalla.

Me reí, ahora estaba dispuesto a largarme y seguir camino hacia la tienda pasando por incontables comercios, esa mañana lo que me apetecía era descubrir que nuevos pescados y mariscos había traído Agustín. Así lo hice.

La rareza de encontrármelo mirándome bajar las escaleras de mi tienda, a través del cristal de la puerta este, no me sorprendió.

Las baje sonriendo mientras meditaba en la cantidad de anime que trago todas las mañanas mientras desayuno.

La noche pasada apenas pude descansar. Bien, me dispongo a preparar dos presupuestos que ni de coña sacare a delante. Mientras trabajo, el tiempo pasa y al volver a subir, me encuentro con la escena de dos tipos que me observan, si, los mismos de antes.

4 comentarios:

Alberto C.L. dijo...

Que cosas te pasan Foxlei, cualquier día te veo en el programa del Iker Jimenez.
Un besazo jodón,

Alberto

Anónimo dijo...

Miradas, siempre miradas.
Gracias por pasarte siempre.

Un beso.

Olga.

rlfox dijo...

Es increible que ambos me alegrarais este ratito que compartimos.
Distintos motivos, distintos, y enlazados.
Gracias.
Un gran abrazo,
Fox

Abe dijo...

Lo del "anime" en el desayuno es por una dieta baja en sodio...
Siempre pensé que los escaparates eran para ver de fuera a adentro... no pensé en un GH desde dentro a fuera.
Un saludo.

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