sábado, 16 de abril de 2011

Y mañana Mapoma

Ha llegado, y no puedo decir que haya sido sin avisar, aquí está el Mapoma 2011, el maratón de los corredores de Madrid, de los corredores que vienen a Madrid, de la gente de Madrid que acompaña a esos corredores y de la gente que viene a Madrid a acompañar a esos corredores... En definitivas cuentas: el Maratón de la gente; no del Ayuntamiento, que se acuerda del deporte popular de Pascuas a Ramos, no de Telemadrid, que rellena parrilla con nosotros dos veces al año, tampoco del diario Marca, que solo quiere vender el ejemplar del martes y mucho menos de los políticos que mañana se harán la foto aprovechando la pre-campaña electoral. Llevo una racha de silencio bastante pronunciada, mis circunstancias me han impedido escribir, bueno, en realidad he sido yo mismo el que lo ha ido postergando, no tengáis cuidado son todo buenas cosas las que me tienen en otras tareas.


Velando armas
El domingo pasado estuve en la celebración del 30º aniversario de la fundación del Grupo Scout Alud, un día de estos escribiré sobre ello, ahora solo recordaré en voz alta que soy quien soy gracias a esos años que pasé con un montón de gente a la que tuve la oportunidad de volver a ver ese día. Hace poco "M" me escribía que soy un "tipo peculiar y nada convencional", me encantó esa descripción, seguramente esté traicionándola un poco haciéndolo público pero seguro que lo entiende. Ser Scout es algo bastante peculiar en los tiempos que corren y por supuesto se sale de lo convencional; Scout un día, Scout para siempre.
En alguna ocasión he hablado de la vela de armas, que es una tradición de los nobles que iban a ser nombrados caballeros. La noche antes de su investidura debían pasarla en vela junto a su escudo y su espada, al igual que los Scouts antes de hacer su Promesa, que les comprometerá de por vida con unos ideales y hacen su particular vela de armas con la pañoleta que llevarán a partir del día siguiente.
Eso mismo hago yo ahora con las zapatillas, el dorsal y la ropa que mañana llevaré en el Mapoma. Un ritual que no por muchas veces repetido tiene siempre las mismas connotaciones. Es mi sexto asalto a Mapoma, de momento los cinco anteriores se saldan con un resultado positivo a mi favor de  3 a 2. Los nervios no lo son tanto por la incógnita de saber si seré capaz de volver a vencer a Madrid, como por la carga emotiva que tiene la compañía...


La compañía del Nunca
Este domingo, Sonia debuta en la distancia del Maratón, y todos hemos sido testigos desde su blog y el de su padre de todo el proceso de preparación hasta llegar al gran día... Padre e hija compartiendo un maratón, el primero de ella, y yo siento una envidia sana de ver como mi amigo puede cumplir uno de sus sueños y que ha coincidido en ser el mismo que el de su hija. Y en medio de ese tornado emocional me encuentro junto a otros a los que nos han dejado intentar acompañarles en su viaje. Somos la Compañía del Nunca y tenemos que acompañar a nuestro Frodo particular, claro que en este caso salimos ganando, no se trata de un Hobbit peludo, es una bella irreductible. Como aquellos que componían la Compañía del Anillo en el viaje de Frodo, sabemos que puede que todos los que empezamos el viaje no lo terminemos, pero estamos seguros que al final los dos protagonistas de nuestra historia llegarán juntos y el resto disfrutaremos de su momento, un momento que guardaremos por siempre en la memoria, memoria, memoria...


Memoria
Lo vertiginoso de nuestras vidas en muchas ocasiones consigue que la memoria nos juegue malas pasadas. Tenemos memoria y deberíamos usarla en todo momento porque nos hace recordar los errores que hemos cometido y nos ayuda a intentar no volver a cometerlos. También es la que nos invita a recordar a la gente que pasó y sus historias. Hoy llevo todo el día recordando a Najat Tijani, algunos recordaréis su nombre, otros, espero que los más, recordarán incluso su historia, yo la tengo hoy muy presente y me da rabia no tenerla presente en más ocasiones. Pero la memoria es así de caprichosa y la vida que llevamos no la ayuda en demasía. La memoria nos recuerda que hubo historias y momentos que nos marcaron y no debemos olvidar nunca, nunca, nunca...

Mañana correré con mis amigos hasta donde las fuerzas me acompañen o el buen criterio, que nunca se sabe, me aconseje parar. En las calles nos estarán animando gente que nos importa y eso nos hará más fácil el viaje. Gracias por acompañarnos, nos vemos en el camino y en el Retiro.
Un saludo.

2 comentarios:

Raúl Rubio dijo...

Abe, si me permitís seré un integrante mas de esa "Compañía" que guiará a buen puerto a Sonia y Satur, al menos lo intentaré durante el tiempo que el cuerpo no se me queje en demasía, ya de paso rememoramos recuerdos ya casi lejanos allá por diciembre en Castellón.

A descansar que mañana visitamos Minas Tirith.

Saturnino dijo...

Llego tarde a leerla, pero gracias. Bonita entrada.
Un abrazo.

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