20ª Carrera Urbana de Carabanchel

Este domingo nos tocaba correr en Carabanchel, una carrera con veinte años de historia conocida por la "CAURCA", aunque una errata en los dorsales de esta edición la convirtiera en la "CARUCA". Son así de chulos en Carabanchel, con capaces de montar una "CArrera RUral de CAranbanchel" en medio del asfalto madrileño.

La carrera comienza pronto a las nueve de la mañana, en esta ocasión me acompañan dos miembros del Nunca, Mónica y Jaime. También compañeros de las CCC, Eduardo, Javier, Jesús, Hita y Ana. Quedamos en la zona de recogida de dorsales en primera convocatoria y después en la puerta del Bingo, toda una lotería vaya. El objetivo de la carrera es acumular kilómetros de cara a coger ritmo para los nuevos retos que planean en el horizonte. Un principio de proceso gripal me acompaña desde el viernes, pero pronto lo olvido gracias a la buena compañía que llevo.

La carrera tiene un perfil exigente en sus primeros cinco kilómetros, luego viene un respiro hasta el kilómetro siete en el que otra elevación del terreno nos pone de nuevo a prueba. La siguiente parte del recorrido es en bajada hasta los últimos ochocientos metros que volvemos a subir.

En el entrenamiento del miércoles con Mónica hablamos de hacer un tiempo por debajo de la hora, es decir un ritmo de unos seis minutos el kilómetro para ir con tranquilidad y cogerle el gusto a esto de correr. Pero los planes a veces salen mejor de lo que uno piensa y esta ocasión fue una de esas veces. En la carrera tenemos el privilegio de ir escoltados por Eduardo y Javier, este último viene de una boda el día anterior y se dedica no solo a acompañarnos, también hace de reportero gráfico amén de organizador de la fiesta-carrera-picnic de Carabanchel.

Me encanta esta foto, "a to trapo" y "nunca correrás solo".

Tan bien escoltados íbamos que entre charlas sobre el carnet del corredor popular y otras cosas variadas, cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en el kilómetro nueve y con posibilidades ciertas de bajar de 55', una media de 5'27" el kilómetro. Eduardo y Javier aprietan en este último kilómetro para bajar el crono en esos guarismos, Mónica me invita a hacer lo propio, resultado paso la meta en 54' 44" y Mónica a 16" consigue su mejor marca personal hasta la fecha en 55' clavados. Ha bajado en tres minutos su anterior marca, enhorabuena. Al final nos alegramos de que nuestros amigos fueran tranquilos y nos llevaran en volandas hasta la meta, muchas gracias caóticos.

En lo que a mí respecta el crono lejos de los números que me gustaría gastar a estas alturas, mejora en casi dos minutos al de la Liberty y me deja mucho mejor sabor de boca. Llevo un par de semanas saliendo un día sí y uno no a correr, algo que no hacía hace mucho tiempo. Ya no voy echando malos humos y empiezo a divertirme de nuevo atándome las zapatillas. Voy por el buen camino sin prisas, pero sin pausas. Solo un proceso gripal que ayer me impidió ir a trabajar me ha medio frenado, pero mañana vuelvo a la Casa de Campo a entrenar con Mónica.

La fiesta-carrera-picnic de Carabanchel

Javier como anfitrión nos tenía preparado un picnic impresionante al finalizar la carrera, con tortillas, empanada, fiambre y bebida isotónica suficiente para un ejército. La verdad que se lo curró muy pero que muy bien, eres un monstruo Javi.

Os dejo la foto de familia ya con las barrigas llenas y con la mente puesta quien sabe si en el Trofeo San Lorenzo como próximo lugar de encuentro... Un saludo.