La semana pasada fue algo complicada y lo peor (o mejor) es que el resto del mes se plantea parecido, así que preveo que voy a tener pocas ocasiones para escribir en el blog. Os preguntaréis "¿qué se trae entre manos para andar tan liado?" Bueno digamos que por lo pronto tengo que empezar una mudanza, una más de las muchas que llevo en la última década que para mí ha sido fructífera en traslados, de nuevo "cambios" a la vista...
Cambios y miedos
He tenido traslados de casi todos los tipos, me he cambiado de ciudad, de barrio incluso de piso dentro de un mismo edificio, en esta ocasión cambiaré el barrio. Entre los cambios de domicilio y los cambios de aspecto, suelo tener algo perdido al personal, a lo mejor estas "costumbres" mías, hacen pensar a más de uno que me "gustan los cambios", nada más lejos de la realidad, me aterran los cambios, siempre tengo la sensación de no controlar nada cuando llega el momento de cambiar y a mí me encanta tener todo controlado, es más necesito tenerlo todo bajo control. De pequeño era muy maniático de mi orden, colocaba y re-colocaba las cosas en su sitio una y otra vez, siempre he pensado que eso no era muy sano, luego venía mi hermano Alberto y me lo descolocaba todo, en la actualidad lo sigue haciendo aunque sea a otra escala. También tenía algo del síndrome de Diógenes, evidentemente no en el plano social sino en la costumbre de acumular cosas, tirar algo aunque supiera que no lo necesitaba era algo superior a mis fuerzas, en mi ayuda venía siempre mi madre que sin preguntar sabía perfectamente lo que era inútil... Ahora viviendo solo no tengo esa "ayuda" y tengo auténticas reliquias...
Soy demasiado cuadriculado, todo lo que se sale de mi cuadricula me pone nervioso y si se trata de algo "fundamental" en mi vida y se ha salido de sitio ya estoy aterrado. Los miedos crecen dentro de mí, primero haciendo preguntas que nunca tendrán respuesta, al menos la respuesta que me satisfaga, aún no he encontrado ninguna pregunta sin respuesta, eso sí he encontrado millares de respuestas que no me han gustado. Después siguen su crecimiento con mi empeño absurdo de intentar colocar de nuevo en su sitio aquello que se había movido, a veces su lugar no era el original y hay que aprender a vivir con eso.
Claro que los poc@s desafortunad@s que han visto mis casas os podrían decir que si "orden" es lo que reina en mis hogares, miedo les da cuando el caos y el desorden hagan su aparición, con el tiempo he maquillado esa obsesión y le he dado un toque más abstracto consiguiendo que pase inadvertido al común de los mortales...
Como nunca he estado muy contento con lo que he sido y soy, siempre me ha salido un punto rebelde contra mi cuadratura mental, su máxima expresión (de la rebeldía) se exterioriza en mis cambios de imagen, aquí es cuando los que me conocen bien se parten de la risa, yo también os quiero y ya os cogeré, ya os cogeré. Así unas rachas de poco pelo, otras de demasiado, algunas en medio de vete tú a saber qué. Pero los cambios de domicilio no los busco aunque me encuentren, esos me ponen muy nervioso.
Nervioso porqué sé que es necesario hacer limpia, no puedo seguir llevándome cosas de un sitio a otro sin ninguna necesidad, a veces son las dimensiones de las viviendas lo que me ayuda a hacer una limpia a la que me resisto, en fin en esta ocasión estoy decidido a llevar a cabo la mayor limpia que he realizado nunca... Y eso me tiene aterrorizado.
Soy demasiado cuadriculado, todo lo que se sale de mi cuadricula me pone nervioso y si se trata de algo "fundamental" en mi vida y se ha salido de sitio ya estoy aterrado. Los miedos crecen dentro de mí, primero haciendo preguntas que nunca tendrán respuesta, al menos la respuesta que me satisfaga, aún no he encontrado ninguna pregunta sin respuesta, eso sí he encontrado millares de respuestas que no me han gustado. Después siguen su crecimiento con mi empeño absurdo de intentar colocar de nuevo en su sitio aquello que se había movido, a veces su lugar no era el original y hay que aprender a vivir con eso.
Claro que los poc@s desafortunad@s que han visto mis casas os podrían decir que si "orden" es lo que reina en mis hogares, miedo les da cuando el caos y el desorden hagan su aparición, con el tiempo he maquillado esa obsesión y le he dado un toque más abstracto consiguiendo que pase inadvertido al común de los mortales...
Como nunca he estado muy contento con lo que he sido y soy, siempre me ha salido un punto rebelde contra mi cuadratura mental, su máxima expresión (de la rebeldía) se exterioriza en mis cambios de imagen, aquí es cuando los que me conocen bien se parten de la risa, yo también os quiero y ya os cogeré, ya os cogeré. Así unas rachas de poco pelo, otras de demasiado, algunas en medio de vete tú a saber qué. Pero los cambios de domicilio no los busco aunque me encuentren, esos me ponen muy nervioso.
Nervioso porqué sé que es necesario hacer limpia, no puedo seguir llevándome cosas de un sitio a otro sin ninguna necesidad, a veces son las dimensiones de las viviendas lo que me ayuda a hacer una limpia a la que me resisto, en fin en esta ocasión estoy decidido a llevar a cabo la mayor limpia que he realizado nunca... Y eso me tiene aterrorizado.
La nueva ubicación
Esta mudanza viene dada por una mezcla de necesidad y suerte a partes iguales, la necesidad es un cúmulo de circunstancias de las que prefiero no hablar mucho, la suerte, buena en esta ocasión es tener amig@s que piensan en ti y te proponen un cambio que me aterra, pero que me va a dar mucha vida, gracias.
Ya he mirado por encima y creo que de mi nueva ubicación al Retiro tengo entre tres y cuatro kilómetros corriendo, eso significa que los fines de semana ya sé hacia dónde correr.
Sí, tenéis razón estoy enfermo, es casi lo primero que he mirado, lo segundo es pensar que tengo al lado unas piscinas a las que hace un par de años fuimos en alguna ocasión, con lo que volveré a nadar... Bueno yo lo llamo así aunque seguramente tenga otro nombre.
Así que ahora toca empaquetar, ordenar, retirar, dar, una ardua labor que me va a ocupar mucho tiempo, intentaré de todos modos pasarme por los blogs de amigos que tengo muy abandonados y por éste para escribir cuándo el miedo no me dejé empaquetar mi pasado...
Un saludo.
Ya he mirado por encima y creo que de mi nueva ubicación al Retiro tengo entre tres y cuatro kilómetros corriendo, eso significa que los fines de semana ya sé hacia dónde correr.
Sí, tenéis razón estoy enfermo, es casi lo primero que he mirado, lo segundo es pensar que tengo al lado unas piscinas a las que hace un par de años fuimos en alguna ocasión, con lo que volveré a nadar... Bueno yo lo llamo así aunque seguramente tenga otro nombre.
Así que ahora toca empaquetar, ordenar, retirar, dar, una ardua labor que me va a ocupar mucho tiempo, intentaré de todos modos pasarme por los blogs de amigos que tengo muy abandonados y por éste para escribir cuándo el miedo no me dejé empaquetar mi pasado...
Un saludo.
11 comentarios:
Abelitor, como siempre estamos para lo bueno y pocas veces para lo malo, llámame y te ayudo a hacer la mudanza, como de costumbre.
A ver si esta ya es la refinitiva porque me duelen los riñones de acarrear tus pocos, pero pesados, aperos.
Un abrazo de Fran
Suerte.
Animo.
¿Mudanza? ¿en la última década? si te sirve de consuelo, yo llevo 8 (¡¿8¿! ospi, no las había contado hasta ahora!) 3 de ellas en los últimos... ¡6 meses! Si te sirve de ayuda, por si no tienes demasiado tiempo para escribir lo que contiene cada caja, a mi sí me sirvió escribir en las cajas el LUGAR en el que se encontraba lo que hay dentro. Cuando te enfrentas a la caja en tu nuevo destino y lees "armario salón", o "mesita dormitorio" visualizas lo que había dentro.
En fin, PACIENCIA, si necesitas ayuda tengo experiencia, pero me ofrezco sólo para (des)empaquetar, que lo de cargar peso no es lo mío.
Saludos y ¡suerte!
Ah, y ojalá consigas deshacerte de cosas, yo aún estoy pensando en cómo...:-)
Me siento muy identificada con esta entrada. Hace poco también me mudé por primera vez en mi vida y aún no me he quitado el caos de encima. Se me da muy mal eso de decidir qué parte de mi vida llevarme conmigo y cuál dejar atrás. Son miedos razonables. Espero que lo lleves lo mejor posible, aunque veo que ya eres todo un experto.
Un abrazo!!
Mucho ánimo Abe. Seguro que el cambio es para mejor. Desde luego, no te podrás quejar de la representante de tu casera, ¿no?
¿Aterrado por una cosa así a estas alturas? ¡¡Con lo que tú eres!!
Yo tampoco tiro nunca nada y en la única mudanza que he hecho en mi vida no me hizo falta, simplemente dejé en casa de mis padres lo que no me podía llevar...
Besos.
Mucha suerte Abe, ahora podremos quedar en el retiro para darnos unas vueltecillas....ya me cuentas...
Un saludo
Quique
Fran, la refinitiva, refinitiva... No sé aún te quedan muchos años de "mula de carga" ;D
Rlfox, suerte y ánimo, dos cosas que siempre se necesitan, gracias¡¡¡¡
Teco, he estado haciendo cuentas y esta es mi octava si las matématicas y "la memoria" no me fallan que todo puede ser, seguiré el consejo de las cajas ;D
Sonia, algo había oído de una mudanza muy prolongada por la cantidad de libros je je je¡¡ A mí el caos me persigue eternamente ;D
Beatriz, tienes razón no podía haber tenido mejor "representante", hay muchas cosas que me aterran a estas alturas... ¡¡estaré haciéndome mayor!! ;D
Quique, ya he pensado en lo de quedar pero teniendo claro que cada uno a su ritmo que no puedorrrr¡¡¡ contigo pecaor de las praderas¡¡¡ ¡Menuda marca de profesional! Enhorabunea ;D
Un saludo a tod@s.
Correr y nadar... ahora ya sólo te falta practicar la bici para correr el triatlón. ;-)
Que Usted se mude bien.
Abe... eres una caja (con "j" no con "c") de sorpresas...
No te digo ná de las mudanzas porque estás doctorado en ellas, pero vamos, que tienes desde luego raíces bereberes o algo así... no te asientas en ningún sitio...
Pues nada, ánimo y no te tortures demasiado con los recuerdos al empaquetar las cosas...
Un abrazo.
Miedo??? ¿Estas seguro?
Deja esas exageraciones y llamemos a cada cosa por su nombre, en este caso es, pereza.;-)))
Bueno, sé como te sientes. Me he mudado tantas veces que ya no sabía dónde pertenecía.
Lo cierto es que ya no puedes andar por tu nuevo lugar medio dormido sin riesgo de estamparte con una puerta que no debía estar ahí, y eso descoloca muchiiiisimo.
Ánimo. Javi y yo nos apuntaríamos de mil amores pero ya sabes que de momento estamos un poco lejos.
Besotes
¿Y qué tal va eso? (ahora leeré lo que has publicado después, me gusta ir por orden). Anímate a tirar cosas, necesitamos mucho menos de lo que creemos. Y suerte y mucho ánimo. Espero que ya te hayas recolocado.
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