El domingo corrimos la Carrera Popular de Tetuán, en su tercera edición organizada por la gente de Ad Marathon, me acabo de dar cuenta que he corrido las tres ediciones de esta carrera y eso que en la primera iba con más reparos que buenas vibraciones, en esa primera edición corrí con Beatriz, y en la segunda edición me acompañaron mis compañeros del Nunca, para más datos los de la Sección Salvaje del Zoco y el Churri. Para la tercera edición he repetido con el Churri y saludé de lejos a Juan Carlos que si no me equivoco es la segunda vez que le veo en esta carrera. Así las cosas correr aquí es como hacerlo en casa, ya conoces de sobra el recorrido y dónde te encontrarás esas rampas que tanto me gustaban y hoy no me sientan nada bien.
El Churri dejó su coche cerca de mi casa y nos fuimos en metro al lugar de la salida, como casi siempre vino con unas horas de menos de sueño y unas horas de más de bailes, ¡Ana sé buena y no lo machaques antes de las carreras! Después de un sábado lluvioso de Otoño, lo normal sería esperar las mismas para el Domingo, yo que tengo enchufe sabía perfectamente que no iba a caer ni gota, ni gota, así que porfié con Carlos que ya pensaba correr con paraguas...
Con los tiempos un poco ajustados recogimos el dorsal y el chip, dejamos los bártulos en el ropero y nos fuimos al final del pelotón. Para mí que es la edición con menos gente, me sorprendió un poco que tuvieran inscripciones de última hora justo antes de correr, en fin cada vez hay más carreras y ésta empezó siendo gratuita y hoy ya cuesta 10 euros, lo mismo tiene algo que ver...
El pesado del Churri se empeña en ir conmigo desde el principio, ya recuperaré mi ritmo y me tendrá que ver de lejos, los primeros tres kilómetros van demasiado rápidos, a cinco minutos el kilómetro y decidimos frenar un poco, justo antes de empezar la primera cuesta... Somos así de chulos, no nos frena la cuesta frenamos nosotros porqué sí...
Con un día perfecto para correr pasamos por detrás de los gigantes que dominan el skyline Madrileño y observamos que las nubes son atravesadas por ellos o ellas los rodean, seguramente dependiendo a quién le preguntemos será una u otra cosa, yo por mi parte creo que los pinchos son ellos y los morunos ellas...
Cuando vamos a llegar a Plaza Castilla y vemos el trasto dorado en el que trabajó mi buen amigo Ángel, veo que Carlos va entero y algo sobrado a nuestro ritmo, le azuzo para que tire millas e intente bajar de 55 minutos, se queda en 55'02" y yo entro algo después en 55'59". En teoría me tocaba rodar 65 minutos pero en esta ocasión me quedo un poco lejos en los deberes del fin de semana, en otra ocasión me pasaré de tiempo, seguro.
Ahondando un poco más en lo relativo al precio de la carrera asociado a la menor participación, en la primera edición llegaron a meta 700 corredores, en la del año pasado 1.289 corredores y en esta tercera edición han llegado 457. Yo creo que los organizadores de carreras deben empezar a pensar que nos importa bien poco lo de las camisetas técnicas y las bolsas de corredor a reventar, las carreras gustan por el recorrido y por el buen trato que se dispense a los corredores. Es una lástima que esta carrera pueda morir ahogada por su propio éxito, un 35% menos de llegados a meta en solo un año debería ser una buena base sobre la que discernir en qué se está equivocado...
Bueno el próximo fin de semana me toca volver a tierras Leonesas, nos veremos con el núcleo duro del Nunca en la Media Maratón de La Bañeza, allí correremos, comeremos y debatiremos sobre el presente y el futuro, y seguro que algún nuevo reto caerá en la comida familiar.
Un saludo.
2 comentarios:
Enhorabuena Abe, buenas sensaciones, sobre todo siendo dura como dices.
Quería haber corrido la de la ciencia de la semana q viene q me han dicho q esta wapa (no se, soy nuevo en todas jeje), pero mañana nos piramos de finde largo a roma.
Vamos a correr el 24 la proniño, q colabora chema tb. Tengo q ponerme las pilas q estoy supervago. No se si te veré por allí. Ya hablamos.
Suerte la semana q viene en la media.
JOSÉ ÁNGEL.
Recuerdo perfectamente la cuesta mortal de esta carrera, sólo superada por la de Arganda (de las que he corrido hasta ahora, claro). En aquella primera edición la lluvia sí nos acompañó, y Juan Carlos también.
Ánimo que no te queda nada para la cita bañezana.
Besos
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